Las fuerzas militares de Nigeria llevan a cabo una operación en la que desmantelan 36 refinerías ilegales y arrestan a 22 sospechosos de robo de petróleo en el delta del Níger, recuperando una cantidad considerable de petróleo crudo y otros combustibles.
Operación militar en el delta del Níger
En una medida para contener el comercio ilegal de petróleo, el ejército nigeriano emprendió una operación en la región del delta del Níger, donde se encontraban establecidas varias refinerías ilegales. La operación se saldó con la destrucción de 36 de estas instalaciones y la detención de 22 individuos presuntamente vinculados con el robo de petróleo.
Según informó un portavoz del Cuartel General de Defensa, durante la operación se recuperaron más de 310.700 litros de petróleo crudo, 14.675 litros de gasóleo de automoción y 49.000 litros de queroseno de doble uso. También se incautaron diversas armas.
Entre las acciones realizadas, las tropas interceptaron una embarcación cargada con 1.000 litros de una sustancia sospechosa de ser petróleo crudo robado.
Pérdidas significativas por el robo de petróleo
La actividad ilegal de robo de petróleo ha causado graves pérdidas a la economía nigeriana. En declaraciones hechas el año pasado, Melee Kyari, director general de la Nigerian National Petroleum Company Limited (NNPCGROUP), expuso que la producción de petróleo de la ciudad de Bonny, conocida por su petróleo premium Bonny Light, estaba casi totalmente comprometida debido a este delito.
El Bonny Light es un tipo de petróleo de gran valor para las refinerías estadounidenses, y se estima que la cantidad de barriles robados diariamente oscila entre los 200.000 y los 400.000.
A pesar de estas pérdidas, Nigeria sigue siendo el mayor productor de petróleo de África, con una producción registrada de 1,184 millones de bpd en mayo.
Contrabando de petróleo, un problema global
El robo de petróleo no es un problema exclusivo de Nigeria. Este delito es especialmente grave en numerosos países en desarrollo, donde grupos armados desvían el petróleo para su posterior reventa.
En Libia, se estima que el contrabando de petróleo le cuesta al país aproximadamente 750 millones de dólares anuales, lo que representa el 3 % de su PIB. Para combatir este problema, Mustafa Sanalla, jefe de la Corporación Nacional del Petróleo de Libia, ha solicitado la colaboración de la misión naval de la Unión Europea y ha instado a su país a reformar las generosas subvenciones que permiten la venta de combustible a precios muy bajos.