La política de la administración Biden en torno a la inversión en proyectos de petróleo y gas en el extranjero está siendo criticada por la falta de claridad y coherencia, generando tensiones internas y externas.
Las exenciones en las inversiones de combustibles fósiles causan controversia
El Gobierno de Biden aprobó directrices que limitan la inversión federal en proyectos de petróleo y gas en el extranjero. No obstante, la decisión de si una propuesta cumple con ciertas exenciones, como la seguridad nacional o el acceso a la energía, donde la energía limpia no es viable, se ha dejado a criterio de las agencias federales.
La falta de un proceso claro para determinar las excepciones ha provocado la frustración entre los funcionarios y ha alimentado la percepción de un enfoque ad hoc de las inversiones.
La crítica se centra en que la ambigüedad de los criterios podría llevar a una justificación excesiva de la financiación de combustibles fósiles, en lugar de impulsar proyectos de energía limpia.
Repercusiones de la política ad hoc en la inversión energética
La falta de claridad ha generado incertidumbre entre los diplomáticos estadounidenses y ha enfurecido a los activistas medioambientales. Los diplomáticos buscan claridad para la construcción de proyectos de petróleo y gas, considerados vitales para estabilizar los precios y el suministro de combustible.
Los activistas, por otro lado, ven esto como un alejamiento de la administración Biden de sus compromisos con los combustibles fósiles.
Este “pivote peligroso” ha creado un efecto desalentador en la búsqueda de financiación estadounidense para proyectos de energía, empujando a los países hacia China.
La última política de combustibles fósiles: el Consejo de Seguridad Nacional decide
Según los informes, el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca será el encargado de conceder una exención de seguridad nacional o desarrollo para financiar proyectos de combustibles fósiles.
Esta decisión busca garantizar coherencia en la política energética del Gobierno. Sin embargo, ha generado resistencia en las agencias, que consideran que supone una intromisión en su independencia.
Este cambio en la política también ha suscitado confusión entre los aliados de EE. UU. que buscan apoyo para sus necesidades de seguridad energética.
El impacto en proyectos de petróleo y gas internacionales
La política estadounidense y su opacidad han generado inseguridad entre los aliados de EE. UU., complicando la defensa de sus intereses en materia de energía.
Estos aliados, principalmente asiáticos, han buscado financiación para proyectos de gas, pero han encontrado dificultades para entender y navegar por la política estadounidense en materia de energía.
Además, varios proyectos de petróleo y gas en países como Egipto, Guyana, Malasia, Papúa Nueva Guinea, y Sudáfrica están siendo observados con preocupación por los activistas climáticos de EE. UU. debido a las políticas actuales.