Israel podría tomar medidas para posicionarse como exportador central de gas en Oriente Medio, ya que las tensiones en torno a la guerra de Ucrania han hecho que se hable de alternativas a las exportaciones de gas de Rusia. Aunque ya suministra gas a Jordania y Egipto, si se dan los pasos adecuados, Israel tiene el potencial de convertirse en una fuente de gas natural también para Europa.
“Europa está completamente histérica por estar en manos de Putin”, dijo el Dr. Alexander Coman, de la Facultad de Administración de la Universidad de Tel Aviv. “La idea de que Putin esté sentado con la mano en el grifo y pueda, a su antojo, abrir o cerrar el suministro de gas a Europa, es un escenario terrible para ellos”.
Sin embargo, es una brillante oportunidad para Israel: en su posición actual, Europa haría mucho por encontrar fuentes alternativas a sus necesidades de suministro de combustible. “Una de las vías es un gasoducto alternativo que traiga gas -o quizás electricidad- desde Egipto, Israel y [quizás] Arabia Saudita a Europa, a través de Chipre”, explicó Coman.
Se refiere al gasoducto EastMed, un proyecto previsto que conectará directamente los recursos energéticos naturales del mar Mediterráneo oriental con la gran Europa. Redactado en 2013, el gasoducto debía estar operativo en 2025 tras la aprobación del plan por parte de Israel en 2020, aunque ese avance se detuvo cuando la administración Biden retiró el mes pasado el apoyo de Estados Unidos al proyecto.
Este cambio de política fue criticado con dureza por los representantes estadounidenses Gus Bilirakis (republicano de Florida) y Nicole Malliotakis (republicana de Nueva York), que afirmaron que profundizaba la dependencia energética de Europa respecto a las exportaciones de gas de Rusia. “El anuncio de Biden el pasado mes de mayo de suspender las sanciones al gasoducto ruso y su continua lucha contra las sanciones muestra una clara preferencia hacia Rusia en detrimento de nuestros aliados”, escribieron en una carta al Secretario de Estado estadounidense.
A la luz de la invasión rusa de Ucrania, puede haber una oportunidad para revisar la viabilidad del gasoducto EastMed, aunque podría depender de la voluntad de EE.UU. de renunciar a su retirada, así como del progreso de Europa en materia de energía renovable.
En un tuit, el diputado del Likud Yuval Steinitz instó al gobierno a promover la construcción del oleoducto. “En esta época de dramática subida de los precios de la energía en todo el mundo, y de grave escasez de gas natural en Europa, es de inmensa importancia promover la capacidad de Israel de exportar gas directamente a Europa a través de gasoductos que atraviesen el Mediterráneo”, dijo.
Alemania, que es el mayor importador de gas ruso, ha anunciado medidas para reducir su dependencia de Rusia, como la construcción de dos terminales de gas natural licuado. También ha detenido el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 en el Mar Báltico, de 11.000 millones de dólares, que duplicaría la capacidad de exportación de Rusia, gracias a su predecesor, el gasoducto Nord Stream. “Debemos cambiar el rumbo para superar nuestra dependencia de las importaciones de proveedores de energía individuales”, dijo el domingo el canciller alemán Olaf Sholz.
La relación de Israel con el gas natural ha evolucionado significativamente en los últimos 15 años: hasta 2012, Israel importaba su gas de Egipto, pero los descubrimientos graduales de mayores reservas de gas natural en las aguas de Israel han llevado al país a su posición actual como productor y exportador de gas autosuficiente.
En la actualidad, el suministro de gas de Israel procede principalmente de dos yacimientos primarios de gas natural situados frente a la costa occidental del país: Tamar, que contiene aproximadamente 10,8 trillones de pies cúbicos de gas natural, y Leviathan, que contiene 22 trillones de pies cúbicos: suficiente para que el país dure décadas con su actual nivel de gasto en gas.
Este exceso ha abierto la oportunidad de empezar a exportar gas a países vecinos como Jordania y Egipto. Israel comenzó a suministrar gas natural al primero en 2017, cuando Jordania firmó un Un acuerdo de suministro de 15 mil millones de dólares. Israel ha exportado gas a Egipto desde 2016, y se espera que aumente sustancialmente la cantidad exportada en 2022.