La producción de las refinerías chinas se situó el mes pasado en una media de 14,08 millones de bpd, lo que supone un aumento del 19,7% con respecto al año anterior, gracias a la recuperación de la demanda de combustibles y a que China se abastece de productos acabados antes de que comience la temporada de mantenimiento.
Reuters informa de que la cantidad total de crudo que pasó por las refinerías chinas durante marzo fue de 59,79 millones de toneladas, y aunque supone un aumento sustancial respecto al año, fue inferior al rendimiento de las refinerías chinas durante los dos primeros meses del año. El rendimiento total de las refinerías en el primer trimestre se situó en 174,04 millones de toneladas, lo que supuso un 16,5% más que el total del primer trimestre de 2020, cuando China estaba sumida en la pandemia.
El aumento del rendimiento de las refinerías fue posible gracias al fuerte incremento de las importaciones de crudo el mes pasado. Con un 21%, el aumento anual de las importaciones prestó cierto apoyo a los vacilantes precios del petróleo, aunque el efecto se desvaneció con relativa rapidez, sobre todo porque los informes señalaron que la media de marzo de las importaciones fue inferior a la de febrero, lo que sugiere una inversión pendiente de la tendencia. De hecho, al comenzar la temporada de mantenimiento, lo más probable es que las importaciones disminuyan.
El refinado de petróleo se ha convertido en una de las industrias de más rápido crecimiento de China después de que el gobierno permitiera a las empresas privadas establecer refinerías. Las refinerías privadas, comúnmente conocidas como teteras, se convirtieron en el motor de las crecientes importaciones del país y de la producción de combustibles que minaron los márgenes de otras refinerías asiáticas. Sin embargo, también contribuyeron a lo que ahora se ha convertido en un exceso de capacidad de refinado.
Bloomberg informó a principios de este mes que Pekín está tomando medidas para frenar este exceso de capacidad. Por el momento, éstas implican una serie de inspecciones en más de 50 refinerías privadas, que comenzarán esta semana. Esta medida podría provocar el cierre de refinerías, lo que a su vez afectaría negativamente a las importaciones y a los precios internacionales del petróleo.