Desde la década de 1980, Israel ha caminado cuidadosamente sobre la cuerda floja de las tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China, tratando de equilibrar sus intereses comerciales y de seguridad con los de las dos grandes potencias. La creciente naturaleza de la tecnología de doble uso amenaza con derrocar los cuidadosos esfuerzos de Israel por expandir el comercio con Pekín, evitando al mismo tiempo la venta de tecnologías de seguridad que aumentarían las capacidades militares chinas y enfadarían a Washington. Con la creciente presión política de sus aliados estadounidenses y las prometedoras perspectivas comerciales chinas, Israel se encuentra atrapado entre sus dos socios comerciales más grandes y ávidos de tecnología.
Comercio de tecnología de seguridad dominado por EE.UU.
Las preocupaciones de seguridad, tanto internas como desde Washington, han influido en las ventas de Israel a China desde el principio. Israel comenzó a vender tecnología militar como misiles, radares y sistemas de navegación a China en la década de 1980, incluso antes de que Pekín reconociera a Israel, y el comercio de tecnología se intensificó silenciosamente en la década de 1990. Al mismo tiempo, hubo una serie de acusaciones de que Israel transfirió tecnología militar sensible a China. Preocupados por la posibilidad de que China utilizara sistemas avanzados de radar de alerta temprana en el aire, Estados Unidos disuadió a Israel de realizar lucrativos negocios de armas en 2000 y 2005, lo que deterioró las relaciones comerciales entre China e Israel en materia de seguridad. Desde entonces no se ha informado de ninguna otra venta de tecnología militar entre China e Israel.
La voluntad de Israel de abandonar los acuerdos de armas con los chinos a petición de los Estados Unidos no es sorprendente dada la fuerte relación militar y política de los países. Estados Unidos e Israel, que recibe más de 3.000 millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos, a menudo desarrollan conjuntamente armas y coordinan sus ventas para garantizar que la tecnología sensible no caiga en manos del enemigo. Los funcionarios israelíes han sido especialmente explícitos sobre los riesgos que plantea el comercio de tecnología militar con China, señalando que las armas chinas vendidas a Teherán han sido transferidas en el pasado a Hamás y Hezbolá.
Además, los funcionarios israelíes están preocupados por los numerosos ciberataques chinos contra empresas y redes gubernamentales israelíes. Las empresas israelíes son un atractivo objetivo de espionaje, ya que sus tecnologías de vanguardia son utilizadas por muchas grandes potencias. Si se piratean los sistemas israelíes, tanto Israel como sus socios comerciales podrían verse comprometidos. Existen preocupaciones similares sobre la inversión china en Israel. Los temores estadounidenses de espionaje llevaron al gobierno israelí a reevaluar la exitosa oferta de China de operar el puerto más grande del país en Haifa, que recibe regularmente visitas de buques de la Armada de Estados Unidos para realizar ejercicios bilaterales y escalas en puertos.
Sin embargo, la separación de Israel de su comercio de tecnología comercial y de seguridad con China no es una tarea fácil. El caso de Huawei es ilustrativo. Mientras que el gobierno israelí se opuso a la posición de Estados Unidos de prohibir completamente a Huawei debido a intereses comerciales, también evita usar el equipo de Huawei en su infraestructura crítica debido a preocupaciones de seguridad. Este tipo de equilibrio será cada vez más difícil.
Aumento del comercio chino de tecnología comercial
Aunque las ventas de tecnologías militares se han estancado, el comercio de tecnología comercial con China ha crecido a un ritmo vertiginoso, lo que ha impulsado las exportaciones de tecnología de Israel. A partir de 2018, Estados Unidos todavía lidera significativamente a China en términos de inversión de capital en alta tecnología, con Estados Unidos representando el 35 por ciento y China el 3 por ciento de las inversiones. Además, las empresas estadounidenses han establecido 344 centros de I+D en el país, las empresas chinas solo 9. Sin embargo, los centros de inversión de capital y de I+D de China pueden estar infrarrepresentados, ya que el capital chino se invierte a menudo a través de fondos israelíes. Los empresarios israelíes también pueden estar bajo informe, temerosos de que recibir inversiones chinas pueda afectar negativamente a sus negocios en los Estados Unidos.
Mientras que las crecientes tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China causan importantes preocupaciones políticas y de seguridad en Israel, también proporcionan nuevas oportunidades para el crecimiento económico. La floreciente industria de semiconductores de Israel es ilustrativa. Intel ha encontrado una solución a los aranceles comerciales entre Estados Unidos y China aumentando las ventas directas de su planta israelí, impulsando así el comercio de semiconductores entre Israel y China en un 80 por ciento en 2018. Paralelamente, China está aumentando las inversiones en empresas israelíes de semiconductores e impulsando la demanda de chips de diseño local. La demanda de China de socios comerciales alternativos para el comercio de tecnología a la luz del endurecimiento de las restricciones comerciales estadounidenses es una bendición económica inesperada para Israel, pero la importancia de los chips para el avance tecnológico y el uso militar significa que la posición de Israel en este triángulo tecnológico atraerá sin duda la atención de Washington.
Nunca dejes que una buena crisis se desperdicie
Las implicaciones negativas de las crecientes tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China están resonando en todo el mundo con la interrupción de las cadenas de suministro y las políticas comerciales proteccionistas. Si las tensiones se intensifican aún más, Israel podría arriesgarse a encontrar a sus socios comerciales estadounidenses y chinos menos indulgentes con su delicado equilibrio. Pero cada crisis es una oportunidad. Un Israel tecnológicamente robusto puede beneficiarse de ser atrapado en un triángulo tecnológico siempre y cuando mantenga controles bien pensados sobre las tecnologías de doble uso. Una mayor coordinación entre los sectores de tecnología comercial y de seguridad de Israel en la transferencia de tecnología de doble uso puede ayudar a mantener este delicado equilibrio. Incluso con estas medidas, un acto de equilibrio difícil se hará más difícil a medida que el comercio de tecnología entre los tres países aumente y las tensiones políticas y de seguridad continúen aumentando.