Teva Pharmaceuticals, la filial estadounidense de la israelí Teva Pharmaceutical Industries, ha llegado a un acuerdo con el fiscal general de Luisiana para pagar $15 millones a fin de resolver las reclamaciones relacionadas con opioides presentadas por el estado contra la empresa y proporcionar una donación adicional de medicamentos que ayudan a la adicción a los opioides y a la recuperación, valorada en 3 millones de dólares.
El acuerdo legal se anunció el martes y su finalización depende de la confirmación del Estado antes del 2 de noviembre, indicó Teva en un comunicado. Las acciones de Teva subieron un 6%, hasta los 9,81 dólares, tras el anuncio.
Según los términos del acuerdo, Teva pagará los 15 millones de dólares del acuerdo en un periodo de 18 años.
La empresa se enfrenta a procedimientos judiciales en varios Estados de EE.UU., entre ellos Nueva York y California, en el marco de las reclamaciones en curso de que Teva y otros fabricantes de medicamentos, como Johnson & Johnson, Endo International y Allergan, de AbbVie, participaron en la comercialización engañosa de medicamentos opiáceos y restaron importancia a los riesgos de adicción.
El Estado de Luisiana alegó que Teva y otras empresas farmacéuticas “participaron en la comercialización fraudulenta en relación con los riesgos y beneficios de los opioides de prescripción, lo que ayudó a alimentar la epidemia de opioides de Luisiana”.
Los fabricantes y distribuidores de medicamentos se enfrentan a miles de reclamaciones de las autoridades estatales y locales por haber contribuido a alimentar la epidemia de adicción y sobredosis en Estados Unidos, una crisis sanitaria que se ha cobrado la vida de cerca de 500.000 estadounidenses desde 1999, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Johnson & Johnson y tres grandes empresas estadounidenses de distribución de medicamentos están llevando a cabo un acuerdo de 26.000 millones de dólares para resolver estas demandas. Teva formaba parte inicialmente del grupo de fabricantes de medicamentos que, en 2019, ofreció un acuerdo valorado en 48.000 millones de dólares combinados para llegar a un acuerdo. La compañía ofreció 250 millones de dólares en efectivo y 23.000 millones de dólares en medicamentos gratuitos.
Pero el acuerdo nacional de 26.000 millones de dólares se cerró sin Teva, que ahora navega por los pleitos como vienen. Esto se debe a que la empresa no ofreció tanto dinero en efectivo, en parte debido a una carga de deuda de más de 20.000 millones de dólares, dijo el director general de Teva, Kåre Schultz, en julio.
“Creo que es justo decir que la cantidad de efectivo y, por lo tanto, el interés inmediato de los abogados demandantes ha sido mayor en las cuatro empresas que en nuestra oferta”, dijo Schultz a los analistas durante una llamada de ganancias citada por Fierce Pharma. “Probablemente por eso han decidido tomar primero las otras cuatro empresas y luego pasar a la nuestra en segundo lugar”.
Schultz indicó que Teva era “optimista” en cuanto a alcanzar su propio acuerdo en el próximo año, según el informe.
En su declaración del martes sobre el acuerdo de Luisiana, Teva dijo que “sigue negociando un acuerdo nacional y sigue abierta en paralelo a buscar oportunidades con Estados individuales como el acuerdo anunciado hoy, siempre que sea coherente con el enfoque nacional”.
“Teva cree que el acuerdo de hoy con Luisiana es un paso positivo para hacer llegar medicamentos que salvan vidas a las personas que sufren adicción a los opioides”, añadió la compañía.
Teva se ha enfrentado a otros problemas legales en Estados Unidos. El pasado mes de agosto, Estados Unidos demandó a Teva por elevar artificialmente el precio de Copaxone, un medicamento inmunomodulador utilizado para tratar la esclerosis múltiple, y de otros fármacos.
Durante un periodo de 19 meses, de 2013 a 2015, Teva habría subido significativamente los precios de unos 112 medicamentos genéricos y se habría coludido en al menos otros 86 fármacos, dijo Estados Unidos en la demanda. Algunos de los aumentos superaron el 1.000%.
A principios de este año, los reguladores de la Unión Europea anunciaron que habían abierto una investigación formal sobre Teva por posibles violaciones de la legislación antimonopolio.