El reciente conflicto de diez días entre Israel e Irán, con la participación de grupos respaldados por Irán, ha dejado lecciones importantes y plantea interrogantes sobre la estabilidad regional y la capacidad de disuasión de Israel.
Similitudes con conflictos anteriores
Los enfrentamientos de abril de 2023 presentan sorprendentes similitudes con el conflicto de mayo de 2021, lo que sugiere que las lecciones no se han aprendido y que los grupos respaldados por Irán no se sienten disuadidos.
Israel ha tratado de debilitar a la Yihad Islámica Palestina en Judea y Samaria, pero los tiroteos han aumentado en el último año, lo que indica que la presión ejercida no ha sido suficiente.
Irán busca ampliar sus operaciones en Líbano y demostrar su capacidad para amenazar a Israel en múltiples frentes, utilizando a Hamás y otros grupos palestinos como apoyo para Hezbolá.
El papel de Siria
Los medios de comunicación iraníes y sirios informaron de ataques aéreos israelíes en Siria antes del conflicto, lo que plantea preguntas sobre el alcance de la cooperación entre Irán y Siria y la coordinación entre los frentes involucrados.
El régimen sirio no parece estar interesado en detener el atrincheramiento de Irán en su territorio, a pesar de los esfuerzos de normalización con otros Estados árabes.
No está claro qué tipo de presión podría aplicarse desde Estados Unidos u otros países para evitar que Siria siga albergando a grupos que amenazan a Israel.
La disuasión y el statu quo
Las respuestas proporcionadas de Israel ante los ataques no parecen estar disuadiendo a Irán y sus aliados, lo que podría envalentonar a Irán en futuros conflictos.
El aumento de la violencia en Judea y Samaria, Líbano y Siria sugiere una erosión del statu quo y la disuasión, lo que podría tener graves consecuencias para la estabilidad regional.
La amenaza del “tercer círculo” encarnada por Irán se ha acercado a las fronteras de Israel, lo que indica un cambio preocupante en la dinámica del conflicto.
El papel de Irán
Irán parece creer que puede seguir utilizando grupos respaldados para atacar a las fuerzas estadounidenses en Siria y hostigar a Israel, lo que podría tener ramificaciones a largo plazo si continúa sintiéndose impune.
El aumento de la violencia en la región y el papel de Irán en el apoyo a grupos que amenazan a Israel y a Estados Unidos requieren una revisión de las estrategias de disuasión y la búsqueda de nuevas soluciones diplomáticas.