Hace unos días, Vladimir Putin fue entrevistado por un canal de televisión estadounidense, lo cual fue transcrito y publicado por el Kremlin, demostrando el interés del presidente ruso en difundir más sus declaraciones.
Dijo: “Tal vez ni siquiera son rusos, sino ucranianos, tártaros o judíos, pero con ciudadanía rusa, que también debe ser revisada; tal vez tengan doble ciudadanía o una tarjeta verde; tal vez Estados Unidos les pagó por esto”. Y con cinismo agregó: “¿Por qué han decidido que las autoridades rusas, incluido yo mismo, dimos permiso a alguien para hacer esto?”.
Resulta una inquietante alerta: es la primera vez que escuchamos expresiones judeófobas por parte de Putin. Por el contrario, hace un par de años, frente a representantes del Congreso Judío Europeo y con respecto al creciente antisemitismo en Occidente, invitó: “se fueron en la época soviética, pero pueden volver”. Incluso, se cuenta acerca de la confesión de Putin sobre su infancia: un niño pobre que sus vecinos judíos lo alimentaban.
Pero, tenemos la experiencia que, desde el alto gobierno de los zares y de la extinta URSS, la instigación al odio y violencia antisemita era un instrumento distractor en tiempos problemáticos; así, percibimos que Putin está echando mano del antisemitismo clásico al culpar a los judíos, sin pruebas, de conspirar.
La acusación de Putin no es directa, sugiere, deja colar que “puede ser”. Y ello le sirve para, en esta ocasión, no negar la intervención rusa en las elecciones presidenciales de EEUU, sino rebatir que fuera su gobierno. Tengamos presente que, en las últimas elecciones presidenciales en Francia, también hubo indicios de la interferencia de Putin en apoyo a Marine Le Pen. El año pasado, ante el ilegal referendo catalán, se descubrieron miles de mensajes en las redes sociales, provenientes de Rusia, tratando de influir a favor del separatismo.
Cabe preguntarnos: ¿Cuál es el actual interés del siniestro Putin por crear su versión del falseado pasquín Los Protocolos de los Sabios de Sión? ¿Es un pote de humo ante las certezas de los servicios de inteligencia estadounidenses de que se inmiscuyó en la política de EEUU? Al fin de cuentas, están apareciendo evidencias de que Putin es ejecutor de lo que acusa a los judíos y a otras minorías.
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