Hoy, 27 de noviembre, mi preciosa hija Malki habría cumplido 36 años. Si no hubiera parado con una amiga en la pizzería Sbarro de Jerusalén de camino a una reunión de monitores de campamentos de verano.
Si solo la malvada Ahlam Tamimi hubiera sido detenida de camino a ese objetivo para satisfacer su sed de sangre.
Si tan sólo Tamimi no hubiera tenido éxito bombardeando hasta la muerte a 15 judíos inocentes.
Si tan sólo nuestra peor pesadilla no se hubiera producido.
Pero la realidad es que mi angelical, generosa, musical y cariñosa hija se ha ido mientras Tamimi está viva y libre, habilitada por el silencio del mundo para presumir públicamente de su “logro” e instar a otros a emularla.
Eso es lo que hizo hace unas seis semanas en un vídeo dirigido a los niños turcos, del que no se ha informado en las noticias.
Entre las palabras que les dirigió:
“Participé en dos ataques de la jihad que produjeron, gracias a Alah, la muerte de 15 sionistas… Estos dos atentados de la jihad son una corona sobre mi cabeza. Gracias a Dios, entré en la historia haciendo las mejores acciones”.
Este peligroso monstruo vive bajo la protección del rey Abdullah II de Jordania, que persiste en desafiar la demanda de extradición de Estados Unidos.
Su muy venerado padre, el difunto rey Hussein, firmó un tratado de extradición con Estados Unidos en 1995. Antes de su entrada en vigor, Jordania garantizó formalmente a Estados Unidos que se habían cumplido todas las formalidades jordanas. Estados Unidos dice hoy que el tratado está en plena vigencia. Jordania no hace ninguna declaración formal al respecto, pero transmite de diversas maneras que considera que el tratado no es válido debido a una decisión de su más alto tribunal en 2017, veintidós años después de que el tratado entrara en vigor.
A pesar de su recalcitrante actitud, Abdullah sigue recibiendo la adulación de los poderosos de todo el mundo, mientras que Jordania recibe anualmente ayuda de Estados Unidos por valor de miles de millones de dólares.
Y mientras tanto, Tamimi, una de las dos únicas mujeres incluidas en la lista de los 25 terroristas más buscados por el FBI, vive libre y famosa en Jordania.
¡Cuándo se rectificará esta descarada injusticia!
Invitamos a la gente a que haga clic aquí y firme la petición que insta a Estados Unidos a presionar firmemente a Jordania para que extradite a la terrorista, tal como exige el tratado entre Jordania y Estados Unidos. No es necesario ser ciudadano estadounidense para firmarla.