Según se informa, varios aviones teledirigidos pertenecientes a la Fuerza Aérea Israelí (IAF) llevaron a cabo una nueva serie de ataques aéreos contra las milicias apoyadas por Irán en la zona de Deir Ez-Zur, en el este de Siria, durante el fin de semana.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, informó de que un total de ocho ataques aéreos tenían como objetivo la milicia afgana, Liwa Fatemiyoun, que fue trasladada a Siria por orden de Qassem Soleimani, el comandante asesinado de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos.
El ataque, en el que murieron 12 miembros de la milicia afgana, tuvo lugar poco antes de la medianoche del domingo y destruyó las recientes fortificaciones y entregas de armas iraníes a las bases de Liwa Fatemiyoun, en la provincia de Deir Ez-Zur.
Aunque la IAF no mencionó nada sobre los ataques, Rami Abdul Rahman, el director del SOHR, señaló que confiaba en que Israel era responsable del bombardeo.
El incidente del domingo por la noche se produjo solo tres días después de que los aviones de guerra israelíes utilizaran misiles para destruir otra instalación iraní en el oeste de Siria, en las proximidades de la ciudad de Masyaf.
La instalación con personal iraní cerca de Masyaf ya ha sido blanco de ataques de la IAF y produce, entre otras armas, misiles guiados. Siria informó que sus defensas aéreas se activaron durante el ataque israelí, pero ningún avión de la IAF fue alcanzado, un patrón que se repite cada vez que Israel lleva a cabo ataques aéreos en Siria.
El ataque al Centro de Estudios e Investigación Científica de Siria, también conocido como CERS, un laboratorio de defensa que fabrica armas químicas y misiles avanzados fue precedido por otro ataque aéreo israelí contra las milicias iraníes en el este de Siria, que mató a cinco combatientes entrenados por Irán.
Estos ataques se realizaron con éxito a pesar del despliegue de baterías de misiles tierra-aire S-300 y S-400 de fabricación rusa de última generación, desplegadas en Siria a petición de Assad.
Mientras que los rusos tienen la capacidad de derribar aviones de guerra israelíes, el Kremlin se ha abstenido de hacerlo hasta ahora por razones políticas, según reveló Dmitry Danilov, jefe del Departamento de Seguridad Europea del Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias y profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), esta semana.
Danilov resaltó que Moscú ve tanto a Siria como a Israel como “socios en el conflicto de Medio Oriente”, pero no explicó qué conflicto.
“Para nosotros, Israel es tan socio en las relaciones internacionales, incluso en Medio Oriente, como Siria”, añadió el científico ruso que explicó también que, en cierto sentido Rusia “está cayendo en una trampa porque es difícil responder a ciertas acciones israelíes”.
Rusia no “considera a Israel como un adversario”, añadió Danilov mientras repetía que su país tiene la capacidad de atacar a los aviones de guerra israelíes, pero no quiere hacerlo.
El ex ministro de defensa israelí, Naftali Bennett, señaló en mayo que Irán estaba retirando algunas de sus fuerzas de Siria, pero fuentes dentro del país pusieron a prueba esta afirmación durante el fin de semana.
En lugar de retirar sus fuerzas, Irán simplemente ha cambiado sus tácticas en el país devastado.
Según el analista iraní, Mostafa Najafi, la asombrosa cifra, de 53 mil milicianos apoyados por Irán, se ha fusionado con el ejército del dictador Bashar al-Assad y siguen presentes a lo largo de la frontera con Israel vestidos con uniformes del ejército sirio.
“En tiempos de crisis, Irán ha demostrado que es propenso a cambiar de táctica, en lugar de estrategia”, mencionó Najafi.
Las fuerzas apoyadas por Irán se preparan ahora para una ofensiva a gran escala en la provincia de Dara’a, que limita con Jordania y la cuenca de Yarmouk en los Altos del Golán, según señalaron a Iran Wire otras fuentes sirias.
La ciudad de Dara’a fue el escenario del primer levantamiento de los sirios suníes contra al-Assad y ha sido de nuevo el escenario de la violencia, esta vez dirigida a las fuerzas iraníes recientemente.
Según estas fuentes, “elementos iraníes del ejército del régimen sirio” han estado presionando para la ofensiva con la excusa de que el ejército sirio sigue luchando contra el grupo del Estado Islámico que ya no tiene presencia cerca de los Altos del Golán.
Los iraníes y sus aliados, entre ellos Hezbolá del Líbano, han tomado los edificios del gobierno sirio y las viviendas civiles obligando a los propietarios de estas viviendas a huir con sus familias.
Esta acción iraní causó nuevos disturbios populares en Dara’a, que se ha liberado de las fuerzas iraníes desde que Rusia intervino al final de la ofensiva para liberar la provincia de Dara’a y Quneitra por la coalición pro-Assad en el 2018.
Según las mismas fuentes sirias, los iraníes y sus aliados han establecido un campamento justo al lado de la frontera israelí, disfrazados de soldados sirios y utilizando vehículos del ejército sirio para tratar de evitar los ataques israelíes.
Los rusos están al tanto de este hecho y asisten a las reuniones del Estado Mayor sirio, pero no movieron un dedo para detener el despliegue de las tropas iraníes a lo largo de la frontera entre Israel y Jordania.
“La población de las zonas rurales occidentales (Dara’a y Quneitra) vive aterrorizada como resultado de la campaña de desinformación que está difundiendo el régimen, la que incluye amenazas de muerte y abusos contra la población de Dara’a. Esto se suma al robo, el saqueo y la destrucción de edificios y propiedades, la quema de cultivos agrícolas, entre otras amenazas”, reportó otra fuente local siria.
Además, Hezbolá está explotando la situación en el sudoeste de Siria mediante el contrabando de drogas a Jordania. Los traficantes de drogas, que han sido detenidos, fueron puestos en libertad después de que Hezbolá interviniera y sobornara a funcionarios del gobierno local sirio.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron ahora un simulacro masivo en el norte de Israel, cerca de la frontera con Siria. Las FDI dijeron que el ejercicio tenía por objeto aumentar la “eficacia del combate”, y que estaba planeado antes de que se conociera la noticia sobre el engaño iraní y la acumulación militar a lo largo de la frontera entre Jordania y Siria, según el Canal 7 en lenguaje hebreo.