En las áreas históricamente cristianas que fueron controladas por el Estado Islámico (ISIS) en el norte de Irak, la creciente influencia de Irán, así como los cambios demográficos, están despertando preocupación en la comunidad cristiana local.
“La presión iraní existe en las Llanuras de Nínive, ya sea en las zonas habitadas por la comunidad chiíta, Shabak, o controladas por sus milicias”, señaló Athra Kado, defensora de los derechos de los asirios y residente de la ciudad de Alqosh en Irak, a Gatestone.
Los asirios, el pueblo indígena del Irak, constituyen una comunidad étnica distinta en la región. La Llanura de Nínive es considerada el antiguo corazón asirio y es la única región de Irak donde el mayor grupo demográfico es cristiano. Los asirios allí incluso tienen su propia fuerza de seguridad, las Unidades de Protección de la Llanura de Nínive (NPU). Sin embargo, la llanura de Nínive está actualmente dividida en su mayor parte entre la milicia chiíta y los Peshmerga kurdos suníes.
Zaid Kathawa, miembro del Parlamento de la Juventud Iraquí del Ministerio de Juventud y Deportes de Irak, mencionó a Gatestone:
“Los apoderados del gobierno iraní ahora controlan partes de las Llanuras de Nínive. Hacen todo lo que está en su poder para evitar que los asirios tengan escaños en el Parlamento de Irak”.
“En el 2017, después de que las Llanuras de Nínive fueron liberadas del ISIS, la influencia de Irán comenzó a aumentar. Ahora tienen el apoyo aliado de los grupos chiítas de Bagdad. La 30ª Brigada, compuesta por shabaks, se opone con vehemencia a los cristianos de las Llanuras de Nínive. Y el gobierno iraquí, predominantemente chiíta y sectario, solo apoya a los shabaks de la región”.
Kado confirmó que “La presencia del Shabak chiíta se está expandiendo, particularmente en la ciudad de Bartella. Se están apoderando de casas y propiedades que los cristianos que huyeron del terror del ISIS dejaron atrás”.
Lo que también hace que las Llanuras de Nínive sean cada vez más inestables es que muchas fuerzas están ahora operando allí: El ejército iraquí y las fuerzas de poder afiliadas a Irán y el KRG (Gobierno Regional del Kurdistán) están compitiendo por el control de la zona donde tienen intereses contrapuestos.
Ashur Sargon Eskrya, el presidente de la Sociedad de Ayuda Asiria-Irak, informó a Gatestone que los asirios y otras minorías religiosas como los yazidis, atrapados en medio de estas fuerzas, se han enfrentado tanto a la violencia física como a la marginación política.
“La estructura demográfica y cultural de las Llanuras de Nínive continúa cambiando dramáticamente debido al aumento de la dominación iraní, la presencia continua del ISIS y las tensiones que compiten entre el gobierno central de Irak y el KRG”, añadió.
Eskrya también señaló la necesidad de cambiar la constitución iraquí “para que encaje con la libertad religiosa y los derechos humanos, aceptar el hecho de que los asirios son el pueblo indígena de Irak y promulgar leyes para proteger sus derechos”.
“El gobierno de los Estados Unidos puede proporcionar seguridad política y apoyo económico a los asirios de Irak reunificando las llanuras de Nínive, ayudándonos a establecer la auto-administración de la provincia de la llanura de Nínive, y construir una fuerza de seguridad unida de la comunidad local”.
Mientras tanto, el parlamento iraquí aprobó un nuevo gobierno el 7 de mayo, terminando así con meses de estancamiento mientras el país lucha contra una crisis económica, ya que el ex jefe de inteligencia, Mustafa al-Kadhimi, juró como primer ministro.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, según Associated Press, en una llamada telefónica al nuevo primer ministro de Irak, mencionó que los Estados Unidos estarían dispuestos a proporcionar asistencia económica a Irak.
El Secretario de Estado estodounidense, Mike Pompeo y el Primer Ministro, al-Kadhimi, “también discutieron el próximo diálogo estratégico entre los estados Unidos e Irak”, informó un funcionario del Departamento de Estado estadounidense.
Mientras se forma el nuevo gabinete de Irak, la comunidad asiria y otras minorías religiosas no deben ser olvidadas, enfatizó Kado:
“Un paso concreto que proporcionará a la zona una mayor estabilidad política es establecer una nueva administración en los planes de Nínive que será gobernada por su propio pueblo indígena, sin ninguna influencia política externa del KDP (Partido Democrático del Kurdistán) de Irak, Irán, saudíes y otros. Eso finalmente daría a los nativos de las Llanuras de Nínive la esperanza de tener un futuro en Irak”.
“Somos conscientes de que esto no ocurrirá fácilmente a menos que haya apoyo y supervisión internacional, que impida que las fuerzas políticas corruptas y dictatoriales de Irak e Irán intenten controlar las tierras de las minorías indígenas perseguidas de Irak”.
Entre los pueblos más perseguidos de Irak, según la Confederación Asiria de Europa, están los asirios:
“Los asirios representan una de las comunidades más perseguidas en Irak a lo largo de su historia moderna. Esto ha incluido la masacre sancionada por el Estado en Simele en 1933; la campaña Anfal de Saddam Hussein, quien incluyó el ataque a aldeas asirias; las despiadadas campañas de terror a las que se sometió a los cristianos tras la invasión estadounidense en el 2003; y, por último, el reciente capítulo trágico escrito por la organización jihadista Estado Islámico”.
Juliana Taimoorazy, la presidenta fundadora del Consejo Iraquí de Ayuda Cristiana informó a Gatestone:
“El alcance de la República Islámica de Irán a través de su milicia chiíta en la Llanura de Nínive ha afectado severamente a los cristianos de Irak: esta es una de las principales razones por las que los cristianos en la era post-ISIS no están regresando a sus hogares. Y no olvidemos que la estrategia del General, Qaseem Soleimani, de desmantelar el ISIS como institución fue parte de un plan expansionista de la República Islámica para crear su media luna chiíta hasta el Mediterráneo. Tenía la intención de usar la Llanura de Nínive como un corredor hacia el oeste”.
Como solución al caos, Taimoorazy sugirió:
“Debemos revisar la historia. En el siglo XX, los asirios como grandes guerreros han salvado repetidamente a Irak de la pérdida de territorio frente a los otomanos y otros. Hoy en día, las zonas más seguras en el sur de las Llanuras de Nínive son las zonas donde los militares armados cristianos proporcionan seguridad. Los Estados Unidos, para su seguridad nacional, debe considerar a los asirios como sus socios, armarlos y entrenarlos eficazmente como una gran fuerza que se enfrentará a los infiltrados.
“Sólo después de asegurar las áreas vulnerables de manera integral, la ayuda económica permitirá a los asirios regresar y construir un nuevo futuro seguro”.