Cuando el grupo proxy de Irán, Hamás, invadió Israel en nombre del régimen iraní para perpetrar la peor masacre contra los judíos desde el Holocausto, la delgada capa de civilización que solía impedir que amplios sectores de las “élites” sociales manifestaran abiertamente su antisemitismo más visceral se desvaneció por completo. Hoy ya se exhibe sin disimulo, aunque sigue revestido de una pretensión transparente de “antisionismo”. Las calumnias que difunden, desacreditando falsamente al Estado judío y a sus ciudadanos, reproducen ecos directos de la propaganda nazi.
Desde que Hamás inició la guerra en Gaza en octubre de 2023, han proliferado variantes contemporáneas de la antigua acusación falsa según la cual los judíos matan a no judíos para utilizar su sangre con fines rituales. Esta mentira fue ampliamente difundida por los nazis, en particular por Julius Streicher, el propagandista y editor del periódico del Tercer Reich Der Stürmer.