Opinión

Los que odian a los judíos se regodean en el aumento del antisemitismo con estos que se odian a sí mismos en la administración Biden.

Aunque ha pasado en gran medida por debajo del radar de la prensa internacional, la alianza entre Israel y Azerbaiyán ha prosperado.

El tráfico de estupefacientes, otro ámbito de actividad delictiva, ya ha convertido a Siria en el primer narcoestado del mundo árabe.

La organización terrorista Hezbolá ha recurrido a desviar estos envíos ilegales a través de Estados para ocultar el país de origen.

Desde la creación del Estado de Israel, la iglesia católica y otras iglesias cristianas se han negado a pagar los impuestos.

Al hablar de las elecciones de 2020, a Trump le gustaba hablar de fraude, pero la verdad de lo ocurrido era mucho peor.

Es posible que Israel desee considerar la postura actual de Ankara en relación con los acontecimientos al oeste del río Jordán.

Si hacer lo correcto no es suficiente motivación para que Biden se disculpe, podría considerar que podría ayudarle políticamente.

Es dudoso que revelaciones como éstas hagan crecer el liderazgo de Bennett. El primer ministro comanda el Mossad y no necesita presumir.

En los próximos meses, sobre todo si la inflación sigue aumentando, el dilema de clase de Biden se agravará.