Rusia e Irán han firmado esta semana un acuerdo comercial mutuo por el que se establecen centros comerciales en San Petersburgo y Teherán. El “memorando de entendimiento” (MoU) promoverá el comercio entre los dos países en varios sectores, incluyendo la energía, la agricultura y los productos farmacéuticos.
Según fuentes de los medios de comunicación estatales iraníes, el acuerdo acelerará el “proyecto del Corredor Norte-Sur”. La ruta comercial estratégica con la India podría ayudar a Moscú y Teherán a sortear la vía fluvial egipcia para acceder al Canal de Suez, un esfuerzo importante para ambos países.
Aunque los lazos ruso-iraníes se remontan a la Revolución Islámica, las dos naciones han experimentado un aumento de la cooperación en los últimos años. Ambos países han estado aislados de la comunidad internacional por diferentes motivos. La actual invasión de Kiev por parte de Moscú y las ambiciones nucleares de Teherán han empujado a estos adversarios occidentales a unirse.
Rusia e Irán se asocian
Unos días antes de la invasión inicial de Rusia a Ucrania en febrero, el presidente Vladimir Putin se reunió con su homólogo iraní en su primer encuentro en persona. Los dos líderes se reunieron para restablecer un acuerdo de cooperación de veinte años firmado en 2001.
El contrato original pretendía reforzar los lazos comerciales entre ambas naciones en diversos sectores. En ese momento, Putin estaba considerando el previsible rechazo de la comunidad internacional a Rusia tras su inminente invasión de Ucrania. Por su parte, Teherán se encontraba en medio de las negociaciones nucleares conjuntas entre Estados Unidos e Irán que se estaban llevando a cabo en Viena y que servían para restablecer una versión del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Priorizando el interés propio, ambos líderes buscaban aprovechar sus posiciones entre sí, ya que tanto Rusia como Irán comparten un desprecio mutuo por la hegemonía estadounidense.
En última instancia, Moscú se convertiría en un actor decisivo en las negociaciones de Viena, al influir en Irán para obtener un alivio de las sanciones económicas impuestas al país. El Washington Free Beacon informó de que dos petroleros rusos sancionados tras la invasión de Ucrania transportaban ilícitamente petróleo iraní en un intento de ayudar a Teherán a eludir las sanciones estadounidenses.
Intentos de asociación para eludir las sanciones
Aunque las negociaciones se han detenido recientemente, Teherán y Moscú han propuesto intercambiar petróleo y gas en un intento de que ambos países eludan las sanciones occidentales. Según Reuters, el viceprimer ministro ruso anunció que “Irán podría convertirse en un centro clave de transporte y logística para garantizar el transporte mutuo de mercancías”, y añadió que las dos naciones tienen el potencial de comerciar aproximadamente 50 millones de toneladas de mercancías en los próximos años si se mantiene el ritmo actual.
El memorándum de entendimiento impulsa aún más el acercamiento económico entre Moscú y Teherán. Según los medios de comunicación estatales iraníes, “ampliar la cooperación económica y en materia de inversiones, ayudar a los empresarios iraníes y rusos a establecer un contacto directo, facilitar las transacciones financieras, acelerar el proyecto del corredor norte-sur y celebrar exposiciones fueron mencionados entre los objetivos del memorando de entendimiento”. El comercio entre Teherán y Moscú ha aumentado significativamente en los últimos años. En 2019, Rusia exportó a Irán más de 1.500 millones de dólares en bienes.
Además, la cooperación de Moscú con Teherán se extiende al ámbito militar. Las ventas de armas entre ambos países se han disparado en la última década, y una letanía de equipos y activos militares de Irán tienen origen en la era soviética.
Si bien la firma del memorando de entendimiento es la última señal de la cooperación ruso-iraní, se espera que el fortalecimiento de los lazos entre ambos países no haga más que aumentar en un futuro próximo.