La ex carcelera del líder de Hamás en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, ha descrito al dirigente terrorista como “un cobarde” y un hombre cruel e insensible que prefiere dejar que otros hagan su trabajo sucio.
A principios de la década de 2000, Betty Lahat, exdirectora de la prisión de Hasharon y jefa del Departamento de Inteligencia del Servicio de Prisiones de Israel, estaba a cargo de los principales prisioneros de seguridad, entre ellos Sinwar, Salah Shehade, Saleh al-Arouri, Marwan Barghouti y otros.
En una nueva entrevista concedida a Maariv esta semana, Lahat dijo que su impresión de Sinwar distaba mucho de la del desafiante líder de la resistencia de Gaza que ahora cultiva.
Lahat describió a Sinwar como “un cobarde” que a menudo tramaba la violencia y los disturbios dentro de la prisión, pero que nunca asumía su responsabilidad.
Sinwar fue condenado en 1989 por dirigir el secuestro y asesinato de dos soldados israelíes, así como de cuatro palestinos, de los que sospechaba que colaboraban con Israel. Fue condenado a cuatro cadenas perpetuas, pero fue liberado tras 22 años como parte del acuerdo para devolver al soldado israelí capturado Gilad Shalit.
Lahat lo describió como “adversario y cruel… Antes de su detención se guiaba por el miedo y el terror. Cavaba agujeros, metía a la gente que sospechaba que estaba en su contra y les echaba cemento mientras estaban con vida. En la cárcel también mandaba a gente a hacer daño a los que no le gustaban. Pero él mismo nunca se ensuciaba las manos”.
Dijo que Sinwar a menudo utilizaba a las personas para sus fines antes de abandonarlas.
“Enviaba a los prisioneros a apuñalar a los guardias y a alborotar las cosas, pero siempre entre bastidores. Cogía a algún imbécil, le decía «Ve a apuñalar a un carcelero» y luego decía de él «el hombre está loco, no tiene nada que perder». Nunca se puso de pie y asumió la responsabilidad o dirigió a los prisioneros. Al contrario. Cuando había investigaciones tras los incidentes que él organizaba, temblaba de miedo. Se escondía detrás de otros”.
“Hoy, cuando veo sus bravatas en Gaza, me pregunto cómo este pollo se convirtió en un héroe”.
Lahat contó cómo, cuando se encontró un tumor en la cabeza de Sinwar, “tuvo un miedo terrible”.
“El hombre se derrumbó”, dijo. “Fui a verle después de la operación. Le dije: «Ves, al final, el Estado de Israel al que tanto te opones, te ha salvado la vida». El tipo se puso a llorar. Llorando de verdad y rogándome que le dijera que saldría de esta y que no moriría”.
Lahat afirmó que no había mucho amor por Sinwar entre otros prisioneros palestinos, recordando cómo formó comités cuyo trabajo era revisar la confiabilidad de los presos.
“A la mayoría de los presos no les gustaba Sinwar, porque los utilizaba y sabían que miraba sobre todo por sí mismo, pero tenían miedo de su crueldad y respetaban su estatus”, dijo.
Lahat también señaló que Sinwar aprovechó su tiempo en la cárcel para aprender todo lo que pudo sobre los israelíes y su estado de ánimo.
“Es una persona muy inteligente que invirtió en su desarrollo intelectual y en un conocimiento profundo de la sociedad israelí”, dijo. “Nombró equipos en la cárcel para escuchar todas las emisoras de radio y televisión israelíes, para seguir a los políticos. Escuchaban los análisis políticos y las evaluaciones diplomáticas”.
Sinwar fue elegido para liderar a Hamás en Gaza en 2017, tomando el relevo de Ismail Haniyeh cuando este ascendió a líder general del grupo.
Es conocido por su encendida retórica y por animar los ataques terroristas en Israel. Recientemente, los medios de comunicación hebreos informaron de que Israel estaba estudiando la posibilidad de asesinarle en respuesta a la actual ola de terror, a la que ha instado desde el enclave costero. La fuente de esos informes nunca estuvo clara.
En respuesta, Hamás amenazó con volver a cometer atentados suicidas y “quemar” ciudades israelíes si Jerusalén reanuda su política de asesinatos selectivos de altos cargos terroristas.
La inteligencia israelí ha llevado a cabo numerosas operaciones de asesinatos selectivos a lo largo de los 74 años de historia del país. El uso de esta herramienta alcanzó su punto álgido durante la Segunda Intifada, cuando las fuerzas israelíes eliminaron a los líderes de Hamás en un intento de frenar la ola de atentados en las ciudades israelíes.
En abril, Sinwar dijo que el grupo terrorista “no dudará en tomar cualquier medida” si Israel “viola” la mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo de Jerusalén.
“Nuestro pueblo debe prepararse para una gran batalla si la ocupación no cesa su agresión contra la mezquita de Al-Aqsa”, dijo Sinwar. “Violar Al-Aqsa y Jerusalén significa una guerra regional y religiosa”.
Hamás ha seguido profiriendo este tipo de amenazas antes de las celebraciones del Día de Jerusalén previstas en la capital para el domingo, incluida la marcha de la bandera anual por Jerusalén.