Estados Unidos acoge con satisfacción la entrega de un convoy de 20 camiones con ayuda humanitaria para la población civil de Gaza a través del paso fronterizo egipcio de Rafah por primera vez desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, según afirma en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Blinken da las gracias a Egipto, Israel y las Naciones Unidas por asegurar la ayuda, que según él ayudará a empezar a abordar la crisis humanitaria en Gaza, donde los residentes han estado sin acceso a alimentos suficientes, agua, atención médica y refugio seguro.
Blinken afirma que la reapertura de Rafah se produjo tras días de “exhaustivos” contactos diplomáticos de Estados Unidos con Israel y Egipto, y pide a ambas partes que pongan de su parte para mantener Rafah abierto, de modo que pueda llegar más ayuda a Gaza.
“Hamás no debe interferir en el suministro de esta ayuda que salva vidas”, afirma Blinken. “Los civiles palestinos no son responsables del horrible terrorismo de Hamás, y no se les debe hacer sufrir por sus depravados actos”.
“Como declaró el presidente Biden, si Hamás roba o desvía esta ayuda, habrá demostrado una vez más que no tiene ninguna consideración por el bienestar del pueblo palestino y, como cuestión práctica, obstaculizará que la comunidad internacional pueda proporcionar esta ayuda”, añade
Blinken afirma que EE. UU. seguirá trabajando para establecer zonas seguras en Gaza donde los civiles puedan acudir para mantenerse fuera de peligro, para que los ciudadanos estadounidenses que deseen salir de la Franja puedan hacerlo y para conseguir la liberación de los rehenes.
A los ciudadanos extranjeros no se les permitió salir hoy cuando Egipto abrió brevemente la frontera para permitir la entrada del primer convoy.