Tras el ataque de Hamás contra Israel, en el que masacraron a más de 1.400 personas, Estados Unidos anunció una segunda oleada de sanciones contra personas y organizaciones relacionadas con el grupo.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió un comunicado en el que explicaba que las sanciones adicionales pretenden llamar la atención sobre el papel de Irán en la prestación de apoyo financiero, logístico y operativo a Hamás. Entre ellos se encuentran miembros de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y un representante de Hamás.
Adeyemo explica que “la acción de hoy subraya el compromiso de Estados Unidos de desmantelar las redes de financiación de Hamás” utilizando “las autoridades sancionadoras antiterroristas” y cooperando con “socios globales” para impedir que Hamás utilice el sistema financiero internacional.
Khaled Qaddoumi, “enlace” entre Hamás y el gobierno iraní, y Ali Morshed Shirazi y Mostafa Mohammad Khani, oficiales de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, son algunos de los objetivos.
El gobierno estadounidense también impuso sanciones a muchos otros grupos, entre ellos la iraní Bonyad Shahid (Fundación de los Mártires). Según funcionarios estadounidenses, la Asociación Benéfica Al-Ansar de Gaza es utilizada por la filial palestina de la Yihad Islámica para blanquear millones de dinero destinados a las familias de los militantes.