El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, afirma que la administración Biden trabaja “sin descanso” para conseguir la liberación de los aproximadamente 240 rehenes que mantienen los terroristas en Gaza y que volverá a reunirse con representantes de las familias de los cautivos hoy mismo.
Tal y como destacó la Casa Blanca en su lectura de la llamada que mantuvo ayer el presidente estadounidense, Joe Biden, con el emir qatarí, entre los rehenes se encuentra la niña de 3 años, Abigail Edan, que es ciudadana estadounidense y cuyos padres murieron durante la embestida terrorista de Hamás del 7 de octubre, afirma Sullivan durante una sesión informativa en la Casa Blanca.
Sullivan añade que actualmente hay nueve estadounidenses en paradero desconocido, junto con un titular de una tarjeta verde estadounidense. Se niega a dar mucha información sobre la situación de los rehenes, pero dice que EE.UU. “Tiene información… sobre algunos de los rehenes”.
“Hay un número considerable de rehenes que no solo están vivos, sino que potencialmente podrían formar parte de una liberación de rehenes”, continúa Sullivan. “Pero no podría darle una cifra de exactamente cuántos estadounidenses estarían incluidos en eso. Eso es algo en lo que tendremos que trabajar a medida que continuemos estas negociaciones… No lo sabremos con certeza hasta que realmente consigamos la liberación de esos rehenes.”
Sullivan reitera que EE.UU. también lidera los esfuerzos para aumentar el flujo de ayuda humanitaria a Gaza. “Aunque hemos hecho algunos progresos, se necesita urgentemente mucho más para aliviar el sufrimiento de la población civil de Gaza”, afirma.
El principal asesor de Biden destaca el acuerdo de Israel de la semana pasada para aplicar pausas humanitarias localizadas en los combates de la FDI en el norte de Gaza y afirma que EE.UU. seguirá debatiendo la aplicación de pausas adicionales de este tipo, que permitan la entrada de más ayuda, el paso seguro de civiles palestinos y contribuyan a la liberación de los rehenes.
“Creemos que las pausas no deben estar dictadas por un calendario estricto”, afirma Sullivan. Señala que es posible que las pausas humanitarias acordadas por Israel deban prolongarse más de cuatro horas y añade que la FDI también lo ha reconocido, ampliando recientemente una de las pausas a siete horas para garantizar el paso seguro de los civiles.
En última instancia, nos gustaría ver pausas considerablemente más largas [durante] días, no horas, en el contexto de una liberación de rehenes, añade Sullivan.
Sullivan lamenta la pérdida de civiles en el conflicto, pero subraya que Israel está luchando contra un grupo terrorista cuyos líderes han prometido llevar a cabo nuevas masacres como la del 7 de octubre y permanecer en un estado permanente de guerra con Israel hasta erradicar el Estado judío.