La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, inspecciona el área devastada en el kibbutz de Kfar Aza, donde se produjo la masacre del 7 de octubre a manos de Hamás.
Al contemplar los lugares que ha visitado en el kibbutz, Hochul los califica como “un verdadero infierno en la tierra… es inadmisible que estas personas inocentes deban sufrir los horrores perpetrados por este grupo terrorista”.
“Este día nunca debe ser olvidado, ya que quedará marcado en la historia como un acto de violencia contra los más vulnerables, contra individuos excepcionales”, añade.