Varios cientos de manifestantes celebran una concentración a favor de la liberación de los cautivos de Gaza cerca de las oficinas principales de la ONU en el barrio de Armon Hanatziv de Jerusalén.
Durante la protesta, Pascal Soto, máximo responsable de la Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Medio, sale al exterior para dirigirse a la multitud.
“Me emociona ser yo quien os reciba”, dice Soto. “Llevo mucho tiempo en Israel. No puedo imaginar el miedo y el dolor de los rehenes y los familiares, vuestro dolor y vuestro miedo”.
Un representante del grupo entrega una carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres.
Soto afirma que el secretario general de la ONU ha pedido constantemente, desde el 7 de octubre, la liberación incondicional de los aproximadamente 240 rehenes cautivos en Gaza.
“Se ha reunido con las familias y se ha comprometido a hacer todo lo posible para lograr su liberación”, afirma Soto.
Soto añade que Guterres ha estado en contacto con Qatar para negociar la liberación de los cautivos.
“No sé si puedo ser más específico”, dice Soto. “Es todo lo que puedo decir en este momento”.
Uno de los padres de los cautivos, Yoav Engel —padre de Ofir Engel, de 18 años, del cercano kibutz Ramat Rachel— dice que “solo ha venido a pedir que la ONU nos ayude. Mi hijo lleva allí 38 días junto con 238 personas más, bebés, niños, adolescentes, adultos, hombres enfermos. Y nadie sabe qué les pasa”.