Los mercados asiáticos experimentaron una disminución en sus cotizaciones debido a la creciente preocupación por la posibilidad de un conflicto más amplio en Oriente Medio, lo que generó un ambiente de cautela entre los inversores. Además, los rendimientos de los bonos ejercieron una presión adicional sobre las acciones.
En contraste, los futuros estadounidenses mostraron un incremento, mientras que los precios del petróleo registraron un descenso.
El barril de petróleo de referencia en Estados Unidos cayó 80 centavos, situándose en 87,30 dólares. Este precio ha experimentado fluctuaciones desde el inicio del último conflicto entre Hamás e Israel, ya que aumentó de 70 a más de 93 dólares durante el verano.
El viernes pasado, el precio del crudo cayó 62 centavos, ubicándose en 88,75 dólares. Por otro lado, el crudo Brent, que es el estándar internacional, retrocedió 64 centavos y se situó en 91,52 dólares por barril.