En los últimos días, un espectáculo crudo se ha desplegado en la Franja de Gaza: cientos de terroristas de Hamás, derrotados y en calzoncillos.
Estas imágenes, sin lugar a dudas, son impactantes: hombres despojados de su dignidad y rodeados por soldados israelíes, con las manos elevadas en señal de sumisión y sus identificaciones a la vista. En otros rincones, se observan filas de detenidos sentados en calles destrozadas, con los ojos vendados y las manos atadas, mientras que algunos son transportados en camiones militares a lugares de interrogatorio. Aquí, Israel despliega su sofisticada tecnología para separar a los inocentes de los culpables. Es un espectáculo que muchos podrían considerar humillante y dramático, y no les falta razón.
Sin embargo, desde mi perspectiva, esta no es una escena de mofa o degradación gratuita. Existe una lógica implacable detrás de esta estrategia. Recordemos que …