El máximo responsable de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos ha advertido de que los últimos servicios públicos que quedan en la bloqueada Franja de Gaza se están desintegrando rápidamente y que los habitantes de esta zona devastada por la guerra se enfrentan ya a la escasez de alimentos.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo a la prensa en Jerusalén que la comunidad internacional “parece haber dado la espalda a Gaza”.
Según Lazzarini, la agencia se está quedando críticamente corta de gasolina en Gaza, necesitando alrededor de 160.000 litros (42.200 galones) cada día para alimentar instalaciones como panaderías y hospitales. El martes, la agencia anunció que se quedaría sin gasolina el miércoles por la noche.
Los trabajadores del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA) en Gaza han informado de que sus operaciones se están colapsando y de que “por primera vez en la historia, informan de que ahora la gente tiene hambre”, en palabras de Lazzarini. El “orden civil” se está desmoronando.
Cuando se le preguntó por la duración de los suministros, Lazzarini respondió: “seguramente no más de unos días”. Según Lazzarini, 57 trabajadores de agencias en Gaza han muerto desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre.
Es muy peligroso e inexacto equiparar Gaza con Hamás, afirma. Como dijo una persona: “No podemos hacer la vista gorda ante esta tragedia humana”.