Analistas militares indican que Israel podría enfrentar a Irán sin mayores complicaciones en caso de decidir responder a los recientes ataques sin precedentes con drones y misiles.
Señalan que la capacidad aérea de Teherán se encuentra en desventaja, empleando una fuerza aérea desfasada y sistemas de defensa aérea locales basados en tecnología rusa anticuada.
Irán es descrito por el general de brigada Zvika Haimovich, exjefe de Defensa Aérea de la Fuerza Aérea Israelí (IAF), como una “superpotencia en misiles balísticos tácticos y vehículos aéreos no tripulados”.
Capacidad de defensa aérea iraní y experiencia israelí
Por otro lado, la infraestructura defensiva de Irán se apoya en sistemas de misiles antiaéreos rusos como el S-200 y S-300, y versiones localmente producidas como Bavar-373, Khordad, Raad, Sayyad y Talash. También cuentan con aviones de combate de diseño estadounidense y ruso, muchos de los cuales datan de la era del Shah Mohammed Reza Pahlavi en los años setenta.
Desde 2015, Irán ha implementado sistemas similares en Siria, brindando a los pilotos de Israel experiencia considerable en su operativa. “Nuestra fuerza aérea y las fuerzas aéreas aliadas han operado en este escenario. Están familiarizados con cómo neutralizar estos sistemas de manera efectiva”, comenta Haimovich. “Merecen un cierto respeto, pero no constituyen el principal desafío en un enfrentamiento con Irán”.
Sidharth Kausha, investigador del Royal United Strategic Institute en Londres, apunta que el mayor desafío para Israel podría no ser tanto esquivar los misiles tierra-aire iraníes, sino alcanzar con éxito bases militares en las regiones occidental y meridional de Irán, las cuales podrían requerir el uso de bombas penetrantes de gran tamaño.
Explica que aunque los aviones israelíes como los furtivos F-35 están diseñados para evadir la defensa aérea iraní con municiones más compactas, objetivos subterráneos podrían necesitar bombas más grandes que serían transportadas externamente en aviones como el F-16, haciéndolos más visibles a los radares. “Los pilotos probablemente optarían por lanzarlas desde distancias mayores para mantener la seguridad”, afirma Kausha.
“La defensa aérea de Irán no es totalmente inexpugnable para estos aviones, pero incrementa el riesgo de bajas y potencia la habilidad de Irán para interceptar algunas de estas municiones entrantes”, concluye.
Evaluación de la capacidad de respuesta de Israel
Los iraníes están bombardeando Jerusalén
— Noticias de Israel (@estadoisrael) April 13, 2024
El supuesto lugar sagrado musulmán. El lugar histórico más sagrado para los judíos, y el tercer lugar supuestamente más sagrado para el Islam, según una leyenda. pic.twitter.com/tnyP2Xd08s
Irán lanzó más de 300 drones y misiles contra Israel desde la noche del sábado hasta la mañana del domingo, en represalia por un supuesto ataque aéreo israelí contra lo que Teherán afirmó era un edificio consular iraní en Damasco.
La respuesta de Israel y sus aliados fue contundente, logrando interceptar la gran mayoría de estos artefactos, y provocó un saldo de solo un herido. No obstante, la intensidad del ataque ha elevado los temores de un posible conflicto bélico regional.
El escenario subraya tanto la vulnerabilidad como la resiliencia en el contexto de seguridad regional. La capacidad israelí para neutralizar una ofensiva aérea de tal magnitud demuestra la eficacia de sus sistemas de defensa, pero también destaca las tensiones escaladas que podrían desembocar en una guerra más amplia.
La preocupación por las represalias de Israel tras estos ataques incrementa aún más la posibilidad de una escalada, lo que podría tener consecuencias imprevisibles en un contexto ya de por sí tenso.