El parlamento de Israel, la Knéset, aprobó la semana pasada dos leyes que prohíben a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) operar en el Estado judío. UNRWA es vista como un factor clave en la infraestructura bajo el control de Hamás en Gaza, lo que prolonga la opresión de millones de palestinos y obstaculiza las perspectivas de paz con Israel.
La decisión de Israel de prohibir UNRWA es un paso importante hacia el desmantelamiento de la agencia, lo que reducirá la amenaza de Hamás al Estado judío y ayudará a liberar a los palestinos del régimen autoritario brutal de Hamás.
En realidad, UNRWA se considera fundamentalmente una organización vinculada al terrorismo, con su personal y sus instalaciones intrínsecamente ligadas a Hamás, operando bajo su control. Millones de dólares del presupuesto de UNRWA apoyan las prioridades del grupo terrorista. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel comentó que “Hamás se ha infiltrado tan profundamente en UNRWA que ya no es posible determinar dónde termina UNRWA y dónde comienza Hamás”.
Muchos empleados de UNRWA son miembros de Hamás. Algunos de estos empleados participaron directamente en la masacre del 7 de octubre, mientras que otros la apoyaron fervientemente. Las instalaciones de UNRWA son utilizadas frecuentemente por Hamás y otros grupos terroristas como bases desde las que atacan a Israel, y las escuelas de la agencia adoctrinan a los niños palestinos en el odio y la violencia contra los judíos. Hamás supervisa los programas sociales de UNRWA.
UNRWA también perpetúa la crisis de los refugiados palestinos, alimentando la idea de que algún día los palestinos destruirán a Israel y regresarán a su “patria ancestral”, un territorio que pocos de ellos han conocido.
A pesar de esto, la “comunidad internacional”, incluidos los Estados Unidos, sigue apoyando a UNRWA, argumentando que nadie más puede realizar su labor. Sin embargo, muchas otras organizaciones de ayuda pueden ofrecer los mismos servicios sin apoyar el terrorismo.
En lugar de condenar a Israel por prohibir a UNRWA, los países del mundo deberían alabar esta acción. De hecho, los patrocinadores de las Naciones Unidas deberían seguir el ejemplo de Israel y prohibir esta agencia corrupta. Sin duda, ningún país permitiría que una organización terrorista que socava la seguridad de su territorio operara en su suelo.
El personal de UNRWA también está compuesto por miembros de Hamás o de otros grupos terroristas. La inteligencia israelí estima que alrededor del 10% de los empleados de UNRWA en Gaza tienen vínculos con Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos terroristas. Muchos de estos empleados apoyaron entusiastamente la masacre del 7 de octubre. De hecho, UN Watch descubrió un grupo de Telegram de 3,000 empleados de UNRWA que celebraron la atrocidad.
UNRWA también se ha convertido en refugio de terroristas y armas. Israel ha revelado que más de 30 instalaciones de UNRWA albergan infraestructura terrorista, como túneles con electricidad proporcionada por UNRWA y alimentos de su ayuda humanitaria. Hamás incluso operaba un centro de servidores informáticos directamente debajo de la sede de UNRWA en Gaza.
Las escuelas de UNRWA enseñan a los niños palestinos a odiar y matar judíos, utilizando libros de texto que, según numerosos estudios de Estados Unidos y la Unión Europea, están llenos de antisemitismo y apoyo al terrorismo. Se les asegura a los niños que morir como mártires es el mayor honor posible.
UNRWA también mantiene a los palestinos como receptores perpetuos de asistencia social, convenciéndolos de que su única salvación es un “derecho al retorno” a Palestina, una vez que Israel sea destruido. A diferencia de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ayuda a millones de refugiados en todo el mundo a rehacer sus vidas, UNRWA no les ofrece una salida realista de su condición de refugiados.
Israel ha prohibido a UNRWA, aunque esta acción ha sido condenada por países occidentales, incluidos Estados Unidos. Críticos como Francesca Albanese, la Relatora Especial de la ONU para Palestina, sugieren que Israel debería ser suspendido de las Naciones Unidas. Afirman que Gaza depende totalmente de los servicios de UNRWA. Sin embargo, hay más de 13 agencias de ayuda trabajando en Gaza y 23 en Judea y Samaria, todas plenamente capaces de reemplazar a UNRWA.
UNRWA también sabotea cualquier intento de lograr una solución de dos Estados. Los países que defienden esta solución deberían aplaudir los esfuerzos de Israel para cerrar UNRWA. Esta agencia de la ONU no fomenta la paz, sino una guerra interminable contra Israel.
Si la comunidad internacional, especialmente los países occidentales, realmente desean una resolución pacífica de la guerra entre Israel y Palestina, deberían cerrar UNRWA de inmediato.