Israel ha ejecutado ataques consistentes contra las estructuras de Hezbolá en el sur del Líbano, en paralelo con las operaciones militares que se llevan a cabo en la Franja de Gaza. En respuesta a estos embates, Hezbolá ha intensificado sus esfuerzos de reclutamiento y ha fortalecido sus capacidades de defensa aérea, específicamente diseñadas para interceptar drones y otros artefactos aéreos no tripulados.
El arsenal de drones de Hezbolá, fruto de dos décadas de colaboración técnica y estratégica con Irán, ha evolucionado significativamente. Los modelos en uso actualmente, como los desplegados recientemente en Arab al-Aramshe, están capacitados para transportar cargas explosivas de hasta 50 kilogramos y alcanzar objetivos a una distancia de hasta 150 kilómetros.
Según revelaciones de medios de comunicación del mundo árabe, la defensa aérea de Hezbolá, incluyendo el empleo del drone iraní Shahed, se considera un pilar central en su estrategia de desarrollo militar. Esta flota incluye misiles equipados con tecnología de inteligencia artificial, capaces de neutralizar avanzados drones israelíes, incluidos los modelos “Hermes 450” y “Hermes 900”.
Evolución y capacidad del sistema antiaéreo de Hezbolá
Dentro del arsenal antiaéreo de Hezbolá se encuentra el sistema SA8, dotado de misiles de corto alcance que pueden impactar objetivos entre 2 y 9 kilómetros de distancia y alcanzar altitudes de hasta cinco kilómetros.
Además, el sistema SA17 posee un alcance efectivo de hasta 20 kilómetros, fortaleciendo significativamente la cobertura aérea de Hezbolá.
Reportes de fuentes árabes sugieren que Hezbolá podría estar en posesión de armamentos y sistemas defensivos aún no divulgados, los cuales podrían jugar un papel crucial en la escalada de su capacidad militar y estratégica en la región.