En el marco de la guerra entre Israel y Hamás, el reciente ataque ejecutado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sector occidental de Jan Yunis ha inaugurado un nuevo capítulo en las operaciones terrestres.
Iniciada el lunes, esta operación se enmarca dentro de una serie de movimientos tácticos orientados a neutralizar los elementos de Hamás en esa región. Esta estrategia es un componente vital tanto para el sur de la Franja de Gaza como para la estrategia de control más amplia del territorio.
El significado de esta ofensiva se ancla en su capacidad para desactivar las unidades clave de Hamás en Gaza. Aunque este es el objetivo inmediato, las FDI también aspiran a alterar la dinámica actual del enfrentamiento, con la esperanza de que Hamás ceda en la liberación de rehenes y se propicie un acuerdo que transforme el equilibrio de poder en Gaza.
Las acciones militares de las FDI en Gaza se iniciaron focalizadas en el sur de la región, empeñadas en desarticular las facciones de Hamás en el norte de Gaza. Este periodo de operaciones militares se prolongó desde finales de octubre hasta los primeros días de diciembre.
Con el comienzo de diciembre, y mientras las FDI concluían sus maniobras en el norte de Gaza y se ocupaban de fuerzas menores en el centro, la ofensiva se extendió hacia Jan Yunis y el sur de Gaza. En este período se lograron progresos considerables en la neutralización de las unidades en el norte y este de Jan Yunis.
No obstante, desde finales de diciembre hasta el 22 de enero, el avance se ralentizó notablemente. En este intervalo, los informes señalaban enfrentamientos esporádicos contra grupos reducidos de combatientes de Hamás. Tal situación sugiere que los efectivos de Hamás podrían haber adoptado tácticas de evasión o desplazamiento hacia el oeste de Jan Yunis.
Es razonable pensar que las FDI pudieron haber utilizado este periodo para diseñar y preparar una ofensiva más intensa en la región occidental de Jan Yunis. De tener éxito, tal maniobra podría reducir considerablemente la influencia militar de Hamás, confinándola a zonas como Rafah, al sur, y Nuseirat, en el centro de Gaza.
La reciente intensificación de operativos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Jan Yunis se ha erigido como un evento decisivo en el enfrentamiento con Hamás, abriendo la puerta a transformaciones de gran calibre tanto en la operatividad como en la moral de la organización. El éxito de estas operaciones en Jan Yunis y en la ciudad de Gaza podría significar un golpe contundente para Hamás, impactando de manera prolongada tanto en sus capacidades como en su espíritu combativo.
Un punto sobresaliente de las acciones en Jan Yunis es la marcada reducción en los lanzamientos de cohetes por Hamás, alcanzando los menores índices en cerca de quince años. Este hecho, sin precedentes en confrontaciones previas, se mantiene firme independientemente de los futuros giros de la guerra.
No obstante, la trayectoria de los acontecimientos futuros sigue siendo un enigma. Persisten dudas sobre si la presión ejercida motivará a los líderes de Hamás a negociar un nuevo canje de rehenes o si las FDI conseguirán dar con el paradero del líder de Hamás y los rehenes, incrementando la presión sobre la cúpula del grupo. Existe también la posibilidad de que estos se resguarden en los túneles de Jan Yunis, o se hayan desplazado hacia Rafah u otros enclaves menos expuestos en Gaza. Estas maniobras podrían debilitar el dominio de Hamás sobre los combates y disminuir su red defensiva, pero al mismo tiempo podrían dilatar el tiempo hasta ser descubiertos por las FDI, manteniendo así la presión sobre Israel para un acuerdo que quizá no sea el más favorable para la liberación de los rehenes.
Asimismo, aún es incierto cómo el revés de Hamás en Jan Yunis influirá en las futuras negociaciones entre Israel, sus aliados —incluyendo Estados Unidos y otras naciones occidentales y árabes moderadas— sobre la administración de Gaza tras la retirada de las FDI y la posible transferencia de control a una entidad tercera o un consorcio de estas.
Sin embargo, desde un ángulo táctico, el asalto en Jan Yunis podría marcar un momento crucial en la victoria de las FDI sobre Hamás, con posibles repercusiones favorables en el escenario estratégico general. Este complejo panorama abre un abanico de posibles resultados que podrían reconfigurar el balance de poder y las estrategias a largo plazo en Gaza.