Madonna, la superestrella estadunidense del pop, fue impedida brevemente de ingresar a la sede del Festival de la Canción de Eurovisión el jueves por la mañana, donde iba a ensayar su actuación prevista durante la gran final del fin de semana, debido a que aún no ha firmado el contrato para su aparición.
El supervisor ejecutivo de Eurovisión, Jon Ola Sand, inicialmente ordenó que no se le concediera acceso a la cantante debido a la ausencia de su firma en el contrato, informó la televisión del canal 12.
Sin embargo, más tarde se llegó a un acuerdo con la Unión Europea de Radiodifusión, que administra el concurso, y se le concedió a Madonna la entrada a la sede de Expo Tel Aviv, según el informe.
Según se informa, el contrato no se firmó debido a complicaciones sobre los derechos de transmisión de una de las canciones que pretende interpretar, su sencillo de 1989 “Like like a pray”.
El miércoles, Sand también había dado instrucciones para que no se le concediera a Madonna el acceso al sitio de Eurovisión en Tel Aviv, pero cedió después de que el equipo de la cantante amenazó con cancelar su actuación, según el informe. La cantante finalmente pasó dos horas ensayando su acto, que se espera que presente tres canciones.
Madame ❌ is preparing something special for her fans……….. pic.twitter.com/6suNJ5hb6j
— Madonna (@Madonna) May 15, 2019
Madonna aterrizó en Tel Aviv el martes por la noche, desafiando las llamadas de activistas pro palestinos para que boicotee la competencia internacional de canciones organizada por Israel. En un comunicado antes de su viaje, Madonna dijo que estaba decidida a actuar en las finales de Eurovisión a pesar de las llamadas de boicot.
“Nunca dejaré de tocar música para adaptarla a la agenda política de alguien, ni dejaré de denunciar las violaciones de los derechos humanos en cualquier parte del mundo”, dijo el cantante en la declaración realizada por los medios estadounidenses.
La participación de Madonna desató una tormenta de protestas por parte del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS), que durante años ha estado presionando a los inversores y artistas para que eviten a Israel el trato que les da a los palestinos.
Tel Aviv fue designada como la ciudad anfitriona después de que la cantante israelí Netta Barzilai ganó en Portugal el año pasado.
Las semifinales del concurso comenzaron el martes, con más clasificaciones programadas para el jueves de esta semana y la Gran Final el sábado.