El cantante colombiano Maluma, una de las estrellas detrás del himno oficial del Mundial de Fútbol de Qatar, abandonó el viernes una entrevista con la cadena pública israelí cuando le preguntaron por su participación en el torneo a pesar de las violaciones de los derechos humanos por parte de Qatar.
El cantante fue preguntado por las estrellas, entre ellas Shakira y Dua Lipa, que se negaron a participar en el Mundial debido al mal historial de Qatar en materia de derechos humanos.
“Sí, pero es algo que no puedo resolver. Solo he venido a disfrutar de la vida, a disfrutar del fútbol y de la fiesta del fútbol”, dijo Maluma a la cadena pública Kan.
“No es algo en lo que tenga que estar involucrado. Estoy aquí disfrutando de mi música y de la hermosa vida, jugando al fútbol también”, dijo.
El reportero de Kan Moav Vardi presionó a Maluma sobre el asunto, preguntándole si podía entender por qué la gente podía tener un problema con su respuesta, y si la presencia de la estrella colombiana estaba ayudando al régimen qatarí a blanquear la situación.
“¿Tengo que responder a esa pregunta?” dijo Maluma, mirando fuera de la pantalla.
A continuación se oye una voz que le dice que no tiene que responder. No estaba claro quién hablaba.
“Eres un maleducado”, le dijo Maluma a Vardi, mientras se levantaba y salía de la entrevista.
Maluma se ha asociado con la estrella del hip hop Nicki Minaj y la cantante libanesa Myriam Fares para el sencillo “Tukoh Taka”, cuya letra está en inglés, español y árabe.
El himno es el último de una serie de canciones de artistas de todo el mundo lanzadas como parte de la banda sonora oficial de la FIFA para la Copa Mundial de 2022.
Maluma y Myriam Fares actuarán el sábado en la inauguración del festival de aficionados de la FIFA en Doha.
La Copa del Mundo ha suscitado múltiples polémicas: desde las muertes y condiciones de vida de los trabajadores inmigrantes, hasta el impacto en el medio ambiente de los estadios con aire acondicionado, pasando por la posición y los derechos de las personas LGBTQ, las mujeres y las minorías.
Además, el viernes Qatar prohibió la venta de cerveza en los estadios de la Copa del Mundo, lo que supone un repentino giro en el acuerdo que hizo para asegurar el torneo de fútbol, solo dos días antes del partido inaugural.
Los escépticos dicen que Qatar quería aprovechar el prestigio de la Copa del Mundo, que comienza el domingo, para rehacer su imagen.
Consideran que se trata de un caso clásico de “lavado deportivo”, es decir, de utilizar el deporte como foro para presentar a un país o a una empresa como algo diferente de lo que muchos perciben.
A los locutores y aficionados israelíes se les ha permitido viajar a Qatar para la Copa del Mundo a pesar de la falta de vínculos entre ambos países. Sin embargo, se les ha advertido que deben restar importancia a su procedencia.