El rabino Shai Ohayon, que fue asesinado el miércoles en el ataque de apuñalamiento en el cruce de Segula en Petah Tikva, fue puesto a descansar el miércoles por la noche.
Alrededor de 200 personas vinieron a participar en el funeral, pero solo 40 de ellas pudieron asistir al funeral debido a las restricciones por causa del coronavirus.
El rabino Ohayon, de 39 años, fue apuñalado cuando volvía a casa desde el kollel donde estudiaba. Le sobreviven su esposa Sivan y sus cuatro hijos, de 13, 11, 9 y 4 años.
El sospechoso del apuñalamiento, un árabe palestino de una aldea cercana a Shechem (Naplusa) que tiene un permiso de trabajo, fue detenido por la policía e interrogado por la Agencia de Seguridad de Israel.
El Primer Ministro Binyamin Netanyahu respondió después de la publicación del nombre de Ohayon y escribió en Twitter: «Cuatro niños que hoy se quedan sin padre. Trabajaremos para demoler la casa del terrorista y llevar a cabo el castigo más severo».