Las autoridades sanitarias palestinas de Gaza anunciaron el domingo que se había identificado el primer caso de la variante Ómicron del coronavirus, de rápida propagación, en el enclave costero.
“Estamos al borde de días difíciles. Seguramente veremos una cuarta oleada y, como en el resto del mundo, creemos que será grave”, declaró a la prensa Majdi Dheir, alto funcionario sanitario de Gaza.
Según Dheir, los gazatíes infectados no habían viajado recientemente fuera del enclave, lo que significa que la variante probablemente ya superaba su capacidad de contención.
“Esto significa que la cepa está aquí y se está extendiendo en Gaza ahora mismo”, dijo Dheir.
En Cisjordania, los funcionarios sanitarios de la Autoridad Palestina han identificado 23 casos de la variante Ómicron. Sin embargo, ni en Cisjordania ni en Gaza se ha producido un aumento correspondiente de las infecciones activas, que han rondado las 4.000 en las últimas semanas.
La cepa Ómicron ha disparado los contagios en todo el mundo, lo que ha provocado la suspensión de los vuelos y el endurecimiento de las restricciones a las reuniones. Israel cerró su aeropuerto a finales de noviembre en un intento de frenar la propagación, pero ha visto un aumento del 25% de enfermos graves en los últimos días.
La Franja de Gaza es uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Desde 2007, el enclave está gobernado por el grupo terrorista Hamás. Israel y Egipto bloquean Gaza en un intento de contener a Hamás, que busca abiertamente la destrucción de Israel.
Según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás, 189.837 gazatíes se han infectado con el coronavirus desde el comienzo de la pandemia. Los expertos estiman que la cifra real es mucho mayor, ya que la capacidad de análisis de Gaza es escasa. Unos 1.691 han muerto, según las cifras oficiales.
Tras casi dos años de pandemia, sólo el 27% de los gazatíes han sido vacunados. Los expertos en salud del enclave atribuyen las bajas cifras a las falsas teorías conspirativas generalizadas sobre los posibles efectos secundarios de la vacuna.
Los funcionarios palestinos, tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, han tratado de incentivar la vacunación. En Gaza, Hamás obligó a vacunarse a los que trabajaban en puestos públicos, como restaurantes, tribunales y ministerios.
“Ahora, para entrar en las universidades, hay que estar vacunado; para trabajar como taxista o en una oficina gubernamental, hay que estar vacunado. Esto puso fin a las dudas de la gente”, declaró el ex ministro de Sanidad de la Autoridad Palestina, Jawad al-Tibi, a The Times of Israel a finales de octubre.
El Ministerio de Educación de Gaza, dirigido por Hamás, anunció el domingo que todos los estudiantes de secundaria -de séptimo, octavo y noveno grado- serían vacunados en la escuela. Cualquier persona que se oponga a que sus hijos sean vacunados debe presentar una petición formal, dijo el ministerio en un comunicado.