El ejército estadounidense ha concluido la edificación de un nuevo muelle destinado a facilitar la ayuda humanitaria en Gaza, aunque las condiciones meteorológicas adversas han impedido su traslado inmediato al lugar previsto, informó el Pentágono el martes.
La estructura, cuya construcción se inició el mes pasado con un presupuesto de al menos 320 millones de dólares, busca incrementar las entregas de asistencia esenciales en la región, severamente afectada por la guerra entre Israel y Hamás, desencadenado por un ataque de este último el 7 de octubre.
La subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, detalló que “a partir de hoy, la construcción de las dos partes del JLOTS, el muelle flotante y el muelle Trident, están completas y a la espera de un movimiento final en alta mar”.
Singh añadió que las adversas condiciones climáticas, con pronósticos de fuertes vientos y marejadas, han retrasado la movilización de los componentes del sistema JLOTS, cuyas siglas corresponden a Joint Logistics Over-the-Shore. Actualmente, tanto las secciones del muelle como los buques militares que participaron en su edificación se encuentran en el puerto de Ashdod.
El Comando Central de EE. UU. indicó estar preparado para reposicionar el muelle en su ubicación definitiva en un futuro cercano. Los buques y el muelle fueron trasladados al puerto israelí de Ashdod la semana pasada debido a las inclemencias del tiempo.
Una vez mejoren las condiciones climáticas, el muelle será anclado frente a la costa de Gaza por soldados israelíes, para luego facilitar la transferencia de ayuda a través de buques comerciales a una plataforma flotante, desde donde se descargará a embarcaciones menores y finalmente a camiones para su distribución en tierra.
Esta iniciativa fue anunciada originalmente por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a principios de marzo, como parte de un esfuerzo por presionar a Israel para aumentar el volumen de ayuda que ingresa a Gaza.
Además, Israel reabrió la semana pasada el cruce de Erez, gravemente dañado en el ataque del 7 de octubre, mientras que la Casa Blanca calificó como “inaceptable” el cierre de los cruces principales de Rafah y Kerem Shalom, exigiendo su reapertura.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tomaron control del lado palestino del cruce fronterizo de Rafah con Egipto el martes por la mañana. Según declaraciones del ejército, la acción forma parte de una “operación precisa” destinada a presionar a Hamás y evitar que utilice el cruce para fines terroristas, basándose en informes de inteligencia que indicaban su uso en dichas actividades.
En un incidente separado, Israel procedió al cierre del cruce de Kerem Shalom tras un ataque con cohetes por parte de Hamás, que se saldó con la muerte de cuatro soldados israelíes y heridas a otros. No obstante, Estados Unidos informó el martes que Israel había confirmado la reapertura de Kerem Shalom para el miércoles.
Durante una conferencia de prensa, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., subrayó la importancia de mantener abiertos los puntos de entrada a Gaza. “Nadie debería pensar que la finalización de este muelle y la apertura de esa ruta es de alguna manera un reemplazo para la apertura de Kerem Shalom y Rafah”, afirmó Miller.
Aclaró que la operatividad del nuevo muelle, aunque facilita el ingreso de aproximadamente 100 camiones de ayuda por día, no sustituye la necesidad de acceso a través de los otros cruces fronterizos, los cuales son vitales para el flujo adecuado de asistencia humanitaria hacia Gaza.