El gobierno de Trump ha expresado su desacuerdo con la propuesta árabe sobre la administración de la Franja de Gaza tras la guerra, considerándola inadecuada. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, no detalló las deficiencias específicas del plan, pero aseguró que Washington no aceptará un esquema que perpetúe el ciclo de violencia y reiteró que Hamás no puede continuar operando en la zona.
El plan árabe excluye a Hamás del gobierno de Gaza, pero no aborda con claridad la disolución de su ala militar. Se limita a indicar que cualquier grupo armado solo puede tratarse mediante un proceso político que establezca un Estado palestino. A pesar de esto, la Liga Árabe, al respaldar la iniciativa egipcia, destacó que la seguridad de Gaza debe quedar en manos de instituciones palestinas legítimas, bajo el principio de un único cuerpo armado oficial, lo que excluye a cualquier otra fuerza no estatal.
Bruce señaló que la propuesta de Trump sobre la gestión de Gaza y la reubicación de la población palestina buscaba abrir un espacio para nuevas ideas y destacó que el mundo árabe ha generado respuestas en ese sentido. Sin embargo, afirmó que hasta el momento, lo presentado por los aliados de Washington no cumple con las expectativas de la administración estadounidense. “El plan árabe no se ajusta a lo que el presidente Trump ha pedido”, subrayó. No obstante, reconoció los esfuerzos árabes e instó a continuar explorando alternativas.
Egipto defiende su plan y rechaza la reubicación forzada de palestinos

El presidente de Egipto, Abdel-Fattah el-Sissi, defendió la propuesta de su país como un mecanismo para garantizar que los palestinos permanezcan en su territorio, a pesar de la devastación causada por la guerra. Su plan establece que Gaza sería gobernada por tecnócratas palestinos independientes sin nexos con Hamás, una vez finalizado la guerra.
El mandatario egipcio insistió en que la única vía para una paz duradera es la creación de un Estado palestino. “Es necesario impulsar un proceso político serio y eficaz que conduzca a una solución definitiva para la causa palestina, en concordancia con las resoluciones internacionales”, declaró.
La cumbre de la Liga Árabe sobre la reconstrucción de Gaza tuvo lugar un día después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elogiara el plan de Trump para trasladar a la población gazatí, calificándolo de “visionario e innovador”. Sin embargo, tanto los palestinos como los países árabes y varios aliados de Israel y EE. UU. han rechazado la propuesta estadounidense, denunciando cualquier intento de desplazamiento forzado. En contraste, el plan egipcio, titulado “Recuperación Temprana, Reconstrucción y Desarrollo de Gaza”, defiende la permanencia de la población palestina en su territorio y aboga por una solución de dos Estados.
El documento egipcio rechaza cualquier estrategia que ignore el derecho de los palestinos a permanecer en su tierra, calificándolo de “ilógico”. También propone mantener la tregua entre Israel y Hamás, al tiempo que exige la liberación tanto de rehenes israelíes como de presos palestinos acusados de terrorismo.
Washington reafirma su postura mientras Francia respalda el plan árabe

La administración de Trump ha descartado la propuesta árabe y reafirmado su apoyo al plan presidencial, que busca controlar Gaza y trasladar a su población. Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, argumentó que la iniciativa árabe no tiene en cuenta que Gaza es actualmente “inhabitable” y que sus residentes no pueden seguir viviendo entre escombros y restos de municiones sin detonar. Trump, aseguró, sigue comprometido con la reconstrucción de Gaza sin la presencia de Hamás.
Por otro lado, el gobierno francés ha expresado su apoyo a la propuesta árabe, que plantea la reconstrucción de la Franja bajo el control de la Autoridad Palestina y excluye a Hamás de la gestión territorial. Christophe Lemoine, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, calificó el plan árabe como una base “sólida y creíble” para abordar la gobernanza, seguridad y recuperación de Gaza tras la guerra. Subrayó, además, que Hamás debe ser completamente desarmado y excluido del futuro gobierno gazatí, garantizando la seguridad de Israel.
Israel refuerza el control sobre la ayuda humanitaria en Gaza
El gobierno israelí ha decidido asumir el control directo de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y presentó un plan al respecto, según informó el Washington Post. COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa israelí encargado de supervisar la entrada de suministros, comunicó la iniciativa la semana pasada a agencias internacionales.

El plan establece el cierre de todos los puntos de acceso a Gaza desde Israel, excepto el cruce de Kerem Shalom, donde toda la ayuda deberá pasar por un control obligatorio antes de su distribución. Los suministros serán almacenados en “centros logísticos” protegidos, posiblemente, por contratistas privados, según funcionarios de la ONU y diversas organizaciones humanitarias citadas por el diario.
Israel también planea implementar un sistema de rastreo para evitar que Hamás desvíe la ayuda, acusándolo de utilizarla en beneficio de su infraestructura en lugar de distribuirla entre la población. En respuesta, el Departamento de Estado de EE. UU. ha respaldado la medida, asegurando que su propósito es impedir que los suministros lleguen a manos del grupo terrorista.
Tammy Bruce afirmó que la ayuda solo puede distribuirse en condiciones seguras y que, si no se puede garantizar su tránsito sin interferencias, debe suspenderse. Rechazó las acusaciones de que se trata de un bloqueo humanitario y aseguró que la medida es consecuencia de la situación en el terreno.
Tras el anuncio israelí, la Casa Blanca emitió un comunicado apoyando a Israel en las negociaciones sobre rehenes, aunque sin referirse directamente a la restricción de ayuda. La decisión se produjo en un momento crítico, justo al término de la primera fase del alto el fuego con Hamás.
Según lo acordado, Israel debía permitir el ingreso de suministros mientras avanzaban las negociaciones de la segunda fase, pero se ha negado a iniciarlas, a pesar de que el pacto lo exige desde hace más de un mes. En la actualidad, las conversaciones siguen estancadas, con Israel buscando modificar los términos del acuerdo y Hamás exigiendo el cumplimiento de lo pactado en enero.