Un alto funcionario israelí ha revelado que Estados Unidos podría intensificar la presión sobre Jerusalén en relación con la cantidad de ayuda humanitaria que ingresa a la Franja de Gaza en un futuro próximo.
Washington está exigiendo que la cantidad de ayuda supere los más de 200 camiones diarios que llegaban durante la tregua de siete días del mes pasado. Actualmente, la entrada de ayuda se ha reducido a solo 100 camiones diarios, según la ONU.
El funcionario israelí argumenta que la disminución en la cantidad de ayuda humanitaria no se debe a Israel, que ha estado realizando inspecciones minuciosas en cientos de camiones cada día. Más bien, culpa a Hamás de intentar robar la ayuda y obstaculizar su llegada a la población civil. Además, el enlace militar COGAT de Israel ha señalado a la ONU y a Egipto por no poder mantener el ritmo, aunque asegura que Israel ha implementado pausas tácticas y corredores humanitarios para garantizar la entrega segura de la ayuda.
Por otro lado, los actores internacionales han rechazado estas acusaciones, sosteniendo que la distribución de la ayuda humanitaria no es sostenible en medio de la actual campaña de bombardeos israelíes en Gaza. Esta ofensiva se está centrando más en el sur, cerca de la ubicación prevista para la entrada de la ayuda y su distribución entre los más de un millón de palestinos desplazados.
El alto funcionario israelí asegura que la última evaluación de las FDI no ha revelado un riesgo inminente de epidemia en Gaza, aunque la situación se sigue vigilando de cerca.
No obstante, el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre “señales preocupantes de enfermedades epidémicas” en Gaza debido a las condiciones precarias en medio de los continuos enfrentamientos. Tedros señaló el aumento de enfermedades como la diarrea sanguinolenta, la ictericia y las infecciones respiratorias, destacando la falta de instalaciones sanitarias adecuadas en el enclave.