El martes se impuso un toque de queda de 48 horas en la Franja de Gaza por primera vez desde el inicio de la pandemia, un día después de que se detectaran los primeros casos de transmisión comunitaria del coronavirus.
Se ordenó el cierre de escuelas, negocios, mercados y mezquitas y las patrullas de la policía detuvieron e inspeccionaron los pocos automóviles que pasaban por los puestos de control.
En el campamento de refugiados de al-Maghazi, donde se registraron los cuatro nuevos casos confirmados, los policías de Hamás recorrieron las calles vacías para imponer el cierre.
El lunes, las autoridades anunciaron que cuatro miembros de una familia habían dado positivo en las pruebas de COVID-19, las primeras infecciones fuera de las instalaciones de aislamiento.
Se ha exigido a todos los habitantes de Gaza que regresan a casa a través de Israel o Egipto que permanezcan aislados en los centros designados durante 21 días, para evitar que el virus se propague en el territorio empobrecido, bloqueado y densamente poblado.
Las autoridades han detectado 110 casos en las instalaciones de cuarentena desde marzo, y 72 de ellos se han recuperado. Una mujer con problemas de salud subyacentes fue la única muerte por la enfermedad.
Abdelnasser Soboh, director de la oficina de la Organización Mundial de la Salud en Gaza, dijo que se esperaba que en algún momento aparecieran casos de transmisión local del virus. “Esto no nos sorprendió”, dijo.
Añadió que las autoridades estaban siguiendo los procedimientos correctos para rastrear la fuente de la infección y el número de personas que estaban en contacto con los pacientes.
El Ministerio de Salud dijo que una mujer de Gaza a la que se le permitió viajar a Jerusalén para recibir tratamiento médico había dado positivo. Los trabajadores sanitarios de Gaza hicieron entonces pruebas a los miembros de su familia, revelando los cuatro casos.
La infraestructura de atención de salud de Gaza ha quedado vacía a causa de años de guerra y aislamiento, y estaría mal equipada para hacer frente a un brote importante. Las instalaciones sanitarias de Gaza solo cuentan con unos 100 ventiladores, más de la mitad de los cuales ya se están utilizando.
Soboh, de la OMS, dijo que su organización logró traer 10 nuevos ventiladores para un hospital de campaña especial para los pacientes con coronavirus de Gaza, con lo que el número de estos aparatos en ese hospital se elevó a 50. “Podemos tratar con cientos de pacientes, pero no con miles”, dijo.