Hamás utiliza infiltración civil para emboscar tropas israelíes en Gaza, según investigación de The New York Times.
Investigación revela tácticas de Hamás para emboscar a las tropas israelíes
Hamás ha intensificado su uso de la infiltración entre la población civil en Gaza durante los últimos nueve meses de conflicto, empleándolo como táctica de supervivencia y emboscada contra las tropas israelíes, de acuerdo con un análisis detallado de su estrategia. The New York Times publicó el sábado una investigación en la que dialogó con miembros de Hamás y soldados israelíes que regresaban de Gaza, reconstruyendo así un panorama de los métodos utilizados por el grupo terrorista. Según el informe, la estrategia de Hamás se centra en esquivar a las tropas israelíes mientras esperan que caigan en trampas meticulosamente preparadas, utilizando a la población civil vulnerable en su propio beneficio.
Tras el ataque terrorista del 7 de octubre en el sur de Israel —donde miles de terroristas de Hamás asesinaron a aproximadamente 1,200 personas y tomaron más de 250 rehenes— y mientras Israel se preparaba para su incursión terrestre en Gaza, los combatientes de Hamás se ocultaron bajo tierra, reportó el Times. Utilizando cientos de kilómetros de túneles para moverse, permanecieron allí hasta que las FDI se adentraron lo suficiente en el enclave para ser emboscadas, explicó Lior Soharin, reservista de las FDI. Cuando emergieron, vestían ropas civiles en lugar de uniformes militares, listos para atacar desde el anonimato en la vista pública.
Salah al-Din al-Awawdeh, exoficial de las Brigadas Al-Qassam de Hamás, comentó al Times que el objetivo del grupo es “desaparecer, evitar confrontaciones directas mientras lanzan ataques tácticos contra el ejército de ocupación”. Apoyando esta versión, un funcionario anónimo de Hamás, que abandonó Gaza antes del 7 de octubre, pero sigue en contacto con sus subordinados, relató que, cuando Israel comenzó a emitir advertencias de evacuación en el norte de Gaza, la organización terrorista aprovechó las casas y zonas residenciales vacías.
El uso de viviendas vacías como depósitos de armas y trampas explosivas
Hamás colocó explosivos en cientos de casas, usando minas conectadas a cables trampa, sensores de movimiento y detectores de sonido. Las casas sin trampas explosivas se utilizan para almacenar armas. Soldados israelíes contaron al Times cómo encontraron armas escondidas detrás de una pared falsa en un dormitorio infantil y granadas ocultas en un armario. Los edificios están marcados con símbolos específicos para informar a los agentes de Hamás sobre el contenido almacenado. Los combatientes de Hamás a menudo emergen sin armas para hacerse pasar por civiles, recuperándolas luego de casas convertidas en depósitos de armas.
Funcionarios israelíes sostienen que los graves daños en zonas residenciales causados por las FDI son resultado de los métodos de Hamás, pues la destrucción de propiedades civiles es en realidad parte de una campaña contra un enemigo que se oculta entre el público. En violación del derecho internacional, Hamás ha utilizado otras infraestructuras civiles, construyendo una extensa red de túneles bajo instalaciones de la ONU, hospitales y edificios gubernamentales. Los líderes terroristas de Hamás han defendido estos métodos.
Mousa Abu Marzouk, miembro del politburó, declaró al Times que las tácticas de Hamás se analizan solo para desviar la atención de lo que considera crímenes israelíes. “¿Es justificación para matar a 100,000 personas que alguien saque un arma de debajo de una cama?”, preguntó Abu Marzouk, quien tras el ataque del 7 de octubre declaró que Hamás no es responsable de proteger a los civiles palestinos. “¿Es justificación para matar a toda una escuela y destruir un hospital que alguien saque un arma de debajo de una cama?”.
Las consecuencias de la guerra y la postura de los líderes de Hamás
Según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, más de 38,000 personas han muerto o se presume que han muerto desde el 7 de octubre, sin distinción entre civiles y combatientes. Israel afirma haber matado a unos 15,000 combatientes y unos 1,000 terroristas durante el ataque del 7 de octubre. La ofensiva terrestre de Israel contra Hamás en Gaza y las operaciones militares en la frontera han causado la muerte de 326 israelíes.
Informes recientes indican que las FDI creen que gran parte de la red de túneles de Hamás sigue en buenas condiciones y que las secciones destruidas por Israel ya han sido reparadas. El grupo terrorista ha permanecido en gran medida oculto. Según el Times, Hamás tenía suficiente agua potable y alimentos enlatados en sus búnkeres para al menos diez meses al inicio de la guerra, lo que sugiere que aún no se han quedado sin suministros.
Para emboscar a las tropas israelíes de manera efectiva, Hamás las engaña con una falsa sensación de seguridad, permitiéndoles moverse libremente antes de salir de los túneles y activar la trampa. Tanto los agentes de Hamás como los soldados israelíes afirmaron al Times que las tropas son rastreadas mediante cámaras ocultas, drones y vigías civiles, incluidos niños.
Hamás defiende el uso de civiles y túneles en su estrategia militar
Hamás ha reconocido y defendido su uso de infraestructura y poblaciones civiles en su lucha contra Israel. Salah al-Din al-Awawdeh, que vive en Turquía, declaró: “En todas las insurgencias, desde Vietnam hasta Afganistán, la gente luchaba desde sus casas. Si vivo en Zeitoun, por ejemplo, y llega el ejército, lucharé allí, desde mi casa, la de mi vecino o la mezquita. Lucharé donde sea que esté”.
Al-Awawdeh estuvo encarcelado en Israel por 19 años y fue liberado en 2011 como parte del acuerdo de Gilad Shalit. Al argumentar que el uso de ropa civil por los combatientes —una violación de la Convención de Ginebra— es un intento legítimo de evitar ser detectados, declaró al Times que esto es “natural para un movimiento de resistencia”.