Ismail Haniyeh, jefe de Hamás, ha afirmado que Israel no puede imponer sus decisiones al grupo terrorista y que no aceptarán ningún acuerdo que no garantice la seguridad para los palestinos. Esta declaración surge en respuesta a una operación militar en Nuseirat, Gaza, donde tropas israelíes rescataron a cuatro rehenes.
En los últimos días, Qatar y Egipto han incrementado la presión sobre los líderes de Hamás en Doha para que acepten un acuerdo presentado por la Casa Blanca. Este acuerdo busca asegurar una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes retenidos allí, según informó The Wall Street Journal el viernes.
La propuesta israelí contempla una tregua de seis semanas en su primera fase, durante la cual se liberarían a las rehenes mujeres, ancianas y enfermas que aún estén vivas. Durante esta fase inicial, las partes deberán mantener conversaciones sobre un alto el fuego permanente.
Una cláusula específica señala que la tregua de la fase uno puede extenderse más allá de las seis semanas iniciales si las negociaciones para un alto el fuego permanente continúan de buena fe. Esta cláusula fue redactada de manera ambigua con la esperanza de que satisficiera a ambas partes lo suficiente como para que al menos aceptaran la fase inicial del acuerdo.