Israel impugna un reciente informe respaldado por la ONU sobre la situación humanitaria en Gaza, según el cual la hambruna es inminente y es probable que se produzca en mayo en el norte de Gaza.
El informe de la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (CIF) aumentó aún más la preocupación mundial por la situación humanitaria en la Franja devastada por la guerra.
COGAT, el organismo del Ministerio de Defensa israelí responsable de los asuntos civiles en los territorios palestinos, afirma en su respuesta que “el informe contiene múltiples defectos fácticos y metodológicos, algunos de ellos graves”.
Sostiene que el informe subestima groseramente la cantidad de agua disponible por persona y día, señala la falta de datos reconocidos por el informe y la dependencia de la información procedente de Hamás, y señala informes en los medios de comunicación palestinos “todos los días” de “mercados de alimentos llenos de comida de todo tipo y clase” en varias partes de Gaza.
“Rechazamos rotundamente cualquier acusación según la cual Israel está matando de hambre a propósito a la población civil de Gaza”, declara.
“Incluso en el punto álgido de las hostilidades, en una guerra que le fue impuesta, Israel no pone límites a la cantidad de ayuda que puede entrar en Gaza, y no limita en absoluto la entrada de alimentos. Israel también facilita la entrada de productos complementarios como gas de cocina y gasóleo para el funcionamiento de los centros de ayuda, panaderías, etc. Además, Israel suministra 14 millones de litros de agua”.
Añade que “en los últimos meses entran entre 150 y 200 camiones al día, la mayoría de los cuales son camiones de alimentos. Esto supone un aumento del 80% en comparación con la media diaria de camiones de alimentos que entraron en Gaza antes del 7 de octubre”.