El jefe de Hamás, el grupo terrorista que gobierna la Franja de Gaza, partió para El Cairo el domingo, dijeron fuentes de la organización terrorista, un día antes de la gran violencia islamista desde el enclave hacia Israel, por el traslado de la embajada de EE.UU a Jerusalén y el mítico Día de la Nakba, un día nacional de luto entre los árabes que desde 1967 se hacen llamar “palestinos” por la fundación del Estado de Israel, a lo que denominan “catástrofe”.
El día de la Nakba se conmemora todos los años el 15 de mayo, pero se adelantó este año para coincidir con el traslado de la embajada y evitar caer durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Ismail Haniyeh de Hamás cruzó el cruce de Rafah la madrugada del domingo y esperaba reunirse con el jefe de los servicios de seguridad de Egipto, dijeron las fuentes, mientras aumentan las especulaciones de que Egipto está tratando de negociar un acuerdo con Hamás para aliviar la violencia el lunes, cuando se espera que decenas de miles de islamistas intenten cruzar la frontera desde Gaza hacia Israel.
Los líderes de Hamás han expresado su apoyo en los últimos días a los intentos de romper la valla hacia Israel, a pesar de la posibilidad de que conduzca a un derramamiento de sangre.
Los medios árabes han especulado que Egipto, uno de los dos únicos países árabes que tiene un tratado de paz con Israel, podría aliviar las restricciones fronterizas con Gaza y ofrecer alivio económico a cambio de que los manifestantes no intenten romper la barrera.
La mudanza de la embajada, una promesa de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, ha enfurecido a los árabes del ente creado en 1994 que se autodenominó “Autoridad Palestina”, que reclaman a Jerusalén como la capital de su futuro estado.
Se espera que Haniyeh regrese a Gaza el domingo por la noche antes de las manifestaciones islamistas.