La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) aprobó la contrapropuesta de la Liga Árabe frente al plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de tomar el control de Gaza y desplazar a sus habitantes, según confirmaron dos ministros a la AFP.
La decisión fue adoptada durante una reunión de emergencia en Yeda, Arabia Saudita, tres días después de que la Liga Árabe ratificara la iniciativa en una cumbre en El Cairo. Egipto diseñó esta alternativa a la controvertida propuesta de Trump, enfocada en la reconstrucción de la Franja de Gaza bajo el mando de la Autoridad Palestina.
El ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, destacó que el plan ya es una estrategia conjunta árabe-islámica, declaración respaldada por su homólogo sudanés. Abdelatty calificó el apoyo como un avance positivo.
El secretario general de la OCI, Hissein Brahim Taha, ya había expresado su respaldo a la propuesta árabe al inicio de las deliberaciones en Yeda. Durante la cumbre en El Cairo, los líderes árabes también anunciaron la creación de un fondo fiduciario destinado a financiar la reconstrucción de Gaza, llamando a la comunidad internacional a sumarse a la iniciativa.
La respuesta de la OCI surge tras la indignación global provocada por Trump, quien sugirió que Estados Unidos debía “apoderarse” de Gaza y transformarla en la “Riviera del Medio Oriente”, mientras reubicaba a su población palestina en Egipto, Jordania u otros países.
Egipto, que ha mediado en las negociaciones de alto el fuego entre Hamás e Israel, buscaba el respaldo de la OCI para consolidar el plan como una estrategia común del mundo árabe e islámico. Un diplomático paquistaní, bajo anonimato, subrayó que era un momento crucial para mostrar unidad frente a la propuesta estadounidense.
El plan árabe propone la creación de un comité de tecnócratas independientes para administrar Gaza durante seis meses antes de transferir el control a la Autoridad Palestina. A diferencia de la propuesta de Trump, permite que los palestinos permanezcan en la Franja durante la reconstrucción.
Además, contempla el despliegue de fuerzas internacionales de paz mediante una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Mientras tanto, Egipto y Jordania entrenarán a policías de la Autoridad Palestina para garantizar el orden en Gaza.
Sin embargo, el plan árabe no menciona a Hamás, argumentando que la cuestión de los grupos armados debe resolverse dentro de un proceso político para la creación de un Estado palestino.
Tanto Estados Unidos como Israel rechazaron la propuesta. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, declaró que no cumplía con las expectativas de Washington.
Naciones islámicas consolidan rechazo al plan de Trump sobre Gaza
El enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, calificó el plan árabe como un “primer paso de buena fe de los egipcios”, mostrando una postura más receptiva que otros funcionarios de su gobierno.
Desde el Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos en El Cairo, Rabha Seif Allam subrayó que Egipto requiere un respaldo amplio para su iniciativa, considerándola un esfuerzo por consolidar una coalición contra el desplazamiento forzado de palestinos.
El rechazo al plan de Trump ha unificado a los países árabes, con Arabia Saudita acogiendo recientemente a líderes regionales para explorar alternativas. Umar Karim, experto en política exterior saudí de la Universidad de Birmingham, destacó que la reunión en Yeda refuerza la unidad del mundo islámico, con la presencia de naciones clave como Indonesia, Turquía e Irán fortaleciendo el respaldo al plan árabe.
Sin embargo, la administración de Trump emitió señales contradictorias sobre la propuesta egipcia. Mientras Witkoff la describió como un enfoque con “características convincentes”, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, la desestimó como “inadecuada” en su primera conferencia de prensa. Su postura se alineó con la del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, quien afirmó que la propuesta ignoraba “la realidad de que Gaza es actualmente inhabitable”.
A pesar de estas diferencias internas, Witkoff es considerado la figura más influyente de la administración en asuntos de Medio Oriente, después del propio Trump, quien ha reiterado su confianza en su enviado.
En su declaración de apoyo al plan egipcio, la Liga Árabe dejó claro que la seguridad de Gaza debe quedar en manos exclusivas de las instituciones palestinas legítimas, bajo el principio de una ley y un arma legítima, descartando la presencia de grupos armados ajenos a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
Aunque la Liga Árabe respaldó la propuesta, la ausencia de líderes clave como el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el presidente emiratí Mohamed bin Zayed en la cumbre de El Cairo evidenció cierta reticencia. Emiratos Árabes Unidos, en particular, se opone firmemente a cualquier rol de Hamás en Gaza.
Algunos analistas consideran la iniciativa egipcia como un punto de partida para futuras negociaciones con Estados Unidos. Sugieren que El Cairo podría endurecer su postura contra Hamás si Israel acepta la creación de un Estado palestino.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se ha resistido a este escenario, pero el mundo árabe busca ejercer presión sobre Jerusalén. Dado que no se espera una implicación directa de Estados Unidos en la reconstrucción de Gaza, Israel podría quedar aislado en la Franja si no consigue apoyo de sus aliados árabes.
Washington mantiene reservas sobre el plan árabe para Gaza
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, reconoció los esfuerzos árabes por definir el futuro gobierno de Gaza, pero insistió en que la propuesta no responde a lo que el presidente Donald Trump exige.
El plan de Trump, según Bruce, buscaba generar nuevas ideas y, en ese sentido, ha provocado respuestas del mundo árabe. Sin embargo, afirmó que hasta ahora las alternativas presentadas por los aliados de Washington no son “adecuadas”. No detalló qué aspectos específicos considera insuficientes, pero destacó que Estados Unidos no aceptará ninguna solución que permita la continuidad de Hamás en la Franja.
El mismo jueves, Steve Witkoff reiteró que la reconstrucción de Gaza podría tardar entre 10 y 15 años, dejando el enclave inhabitable en ese período. A diferencia de Bruce, evitó criticar el plan egipcio, que propone dividir Gaza en siete zonas para su rehabilitación progresiva sin desplazar a la población palestina.
En respuesta a preguntas sobre este enfoque, Witkoff se mostró cauto y dijo que aún es prematuro emitir un juicio definitivo. “Estamos evaluándolo todo. Necesitamos más discusión, pero es un primer paso de buena fe por parte de los egipcios”, señaló.
Al igual que Bruce, Witkoff sugirió que el objetivo del plan de Trump es presionar a los aliados de la región para que presenten propuestas concretas. Destacó que el mandatario busca impulsar “propuestas proactivas” en Medio Oriente que puedan ser consideradas por Estados Unidos.
Según un informe de la ONU publicado en septiembre, más de dos tercios de las estructuras en Gaza han sido dañadas o destruidas desde el inicio de la guerra. La guerra se desató el 7 de octubre de 2023, cuando miles de combatientes de Hamás atacaron el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y tomando 251 rehenes.