En su primer mensaje público desde el 7 de octubre, el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, afirmó que el grupo terrorista se había enfrentado a una “batalla feroz, violenta y sin precedentes” contra Israel.
Sin embargo, afirmó que el grupo terrorista estaba en camino de aplastar a las Fuerzas de Defensa de Israel y, refiriéndose a Israel, dijo que Hamás no se sometería a “las condiciones de la ocupación”.
Sinwar afirmó falsamente que las Brigadas al-Qassam, el ala militar de Hamás, habían matado a más de mil soldados israelíes. Según Las FDI, 156 soldados habían muerto en la operación terrestre israelí en Gaza, muy por debajo de las cifras dadas por el líder terrorista. Más de 300 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en el ataque del 7 de octubre.
El líder terrorista también exageró el número de soldados israelíes heridos en la guerra y la cantidad de material militar israelí destruido.
El anuncio de Sinwar se produjo cuando el grupo terrorista se enfrentaba a una creciente presión militar. Las FDI estaban “completando gradualmente” sus objetivos en el norte de Gaza y proseguían sus operaciones en la zona de Jan Yunis, en el sur de la Franja, según declaró el viernes el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Gallant lanzó una nueva amenaza contra Sinwar, diciendo que pronto “se encontraría con los cañones de nuestras armas”.
El sábado, el jefe del politburó de Hamás, Ismail Haniyeh, regresó a Doha desde El Cairo para debatir con funcionarios exiliados del grupo terrorista una propuesta egipcia de tregua de dos semanas que podría convertirse en un alto el fuego permanente si Hamás accedía a permitir que un gobierno tecnocrático palestino asumiera el control de Gaza y a liberar a todos los rehenes israelíes a cambio de la liberación de cierto número de prisioneros palestinos. Había indicios de que Israel no había rechazado de plano la propuesta.
La guerra había comenzado con la mortífera embestida de Hamás el 7 de octubre, cuando miles de terroristas irrumpieron en Israel, matando a unas 1.200 personas y apresando a unos 240 rehenes.
En respuesta, Israel lanzó una campaña aérea y una posterior operación terrestre, prometiendo eliminar a Hamás de la Franja de Gaza y poner fin a su dominio.