En medio de las crecientes tensiones con la Casa Blanca, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo a los delegados del AIPAC reunidos en Washington que “aprecia profundamente el apoyo que hemos recibido del presidente Biden y de la administración, y espero que continúe”.
“Pero que quede claro”, continúa Netanyahu, “Israel ganará esta guerra, pase lo que pase”.
Netanyahu dice que para hacerlo, las FDI tienen que operar en Rafah, de lo contrario Hamás “se reagrupará, se rearmará y reconquistará Gaza”.
“Esa es una amenaza intolerable para nuestro futuro, y no la aceptaremos. Destruiremos a Hamás, liberaremos a nuestros rehenes y nos aseguraremos de que Gaza no vuelva a suponer una amenaza para Israel”, afirma.
Netanyahu promete que Israel “terminará el trabajo en Rafah, permitiendo al mismo tiempo a la población civil salir del peligro”.
En un contundente contragolpe, declara que: “No podéis decir que apoyáis el derecho de Israel a defenderse, y luego oponeros a Israel cuando ejerce ese derecho”.
“No podéis decir que apoyáis el objetivo de Israel de destruir a Hamás, y luego oponeros a Israel cuando toma las medidas necesarias para lograr ese objetivo”, prosigue.
“No puedes decir que te opones a la estrategia de Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos, y luego culpar a Israel de las víctimas civiles que son el resultado de esta estrategia de Hamás”, insiste Netanyahu.
Netanyahu resaltó que a Israel se le exige un nivel de minuciosidad sobre las víctimas civiles que no se exige a ningún otro país.
“Ninguna de estas presiones nos detendrá”, promete.
En un mensaje dirigido a Biden, Netanyahu declaró que “la inmensa mayoría del pueblo de Estados Unidos está con nosotros. Sé que la inmensa mayoría del Congreso está con nosotros”.
Los más de 1.600 activistas del AIPAC que se calcula que asistirán, también escucharán al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, al líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Charles Chuck Schumer, y al líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, durante la conferencia, que comenzó el domingo.