El partido Yamina del primer ministro israelí, Naftali Bennett, se está preparando para la posible salida del líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, de la política como parte de un acuerdo, una situación que podría presionar a los miembros de la coalición para formar un nuevo gobierno con un Likud post-Netanyahu.
Según un informe de Kan del martes por la mañana, Yamina está considerando la posibilidad de reclutar nuevos miembros de la coalición – incluyendo la caza furtiva de MK del Likud.
Como parte del plan, Yamina estaría considerando una legislación que reduciría el umbral para que pequeños grupos de MKs se separen de su partido sin enfrentarse a sanciones. El proyecto de ley en cuestión permitiría que grupos tan pequeños como cuatro MK recibieran el reconocimiento como una nueva facción en la Knesset, en lugar del requisito de un tercio actualmente en vigor, que sanciona a los MK “rebeldes” que se separan de su partido si menos de un tercio del partido se une a la división.
Los funcionarios de Yamina citados en el informe del martes dijeron que al incorporar a los MK del Likud a la coalición, la Lista Árabe Unida (Ra’am) perdería su veto de facto dentro del gobierno.
El lunes, Netanyahu dio instrucciones a sus abogados para que avanzaran en las conversaciones con el fiscal general Avichai Mandelblit para llegar a un acuerdo, a pesar de la oposición de la familia de Netanyahu.
Actualmente, Mandelblit insiste en que Netanyahu dimita de la Knesset antes de su condena en el marco de un acuerdo de culpabilidad, y también en que la condena de Netanyahu sea calificada de vileza moral, lo que pone en peligro un posible regreso a la política en el futuro.
En caso de que Netanyahu renuncie a la Knesset como parte de ese acuerdo de declaración de culpabilidad, el Likud podría hacer una oferta para formar un nuevo gobierno con las facciones de centro-derecha que citaron la presencia de Netanyahu al frente del Likud en su negativa a trabajar con el partido anteriormente.
Por otra parte, las elecciones primarias dentro del Likud que se esperan si Netanyahu dimite podrían dividir al Likud, creando una oportunidad para que el gobierno de Bennett atraiga a los MK a la coalición.