Idit Silman, miembro del partido Yamina, votó en contra del nuevo nombramiento de su compañero Matan Kahana como ministro de Asuntos Religiosos después de la medianoche del lunes, lo que supuso la segunda derrota de la coalición en la Knesset.
El primer ministro Naftali Bennett declaró la votación como un voto de confianza en el gobierno en un intento de forzar a Silman a votar con su partido. Pero Silman le desafió, allanando el camino para que ahora sea expulsada de Yamina.
Con el voto en contra de Silman, la votación quedó empatada en 55-55. La coalición necesitaba una mayoría simple para ganar.
Esto marcó la segunda derrota de la noche después de que dos MK de la coalición votaran en contra de la legislación para renovar la aplicación de la ley penal israelí y algunas leyes civiles a los israelíes en Judea y Samaria.
El MK de Ra’am Mazen Ghanaim y el MK de Meretz Ghaida Rinawie Zoabi votaron en contra del proyecto de ley, mientras que los otros tres MK de Ra’am y Silman se ausentaron del pleno.
El resultado final de la votación fue de 52 a favor y 58 en contra.
Otros MK se ausentaron por razones familiares y por COVID, y los votos se repartieron entre miembros de la coalición y de la oposición.
Tras la votación, el líder de la oposición, Benjamin Netanyahu, elogió a Silman, llamándola “una campeona”.
Kahana, expiloto, desestimó la pérdida de votos como un “pequeño golpe de timón”.
Sin embargo, como Silman votó en contra del gobierno en un voto de confianza, se espera que Yamina intente despojarla de sus tareas en la comisión parlamentaria y expulsarla del partido declarándola “tránsfuga”.
Si es expulsada, según el procedimiento de la Knesset, se le impediría presentarse en cualquier facción de la Knesset existente en las próximas elecciones, entre otras medidas punitivas, lo que significa que no podría unirse al Likud, que al parecer le ha ofrecido un puesto cerca de la cabeza de su lista.
Yamina ya ha desbancado al MK Amichai Chikli.
Silman abandonó la coalición en abril, dejándola tenuemente empatada a 60-60 con la oposición en la Knesset de 120 escaños, diciendo que el gobierno estaba “dañando” la identidad judía de Israel.
La colación se ha abstenido de intentar destituirla hasta ahora, esperando que siguiera votando con ellos en algunas cuestiones.
El esfuerzo por volver a nombrar a Kahana se debe también a las maniobras internas de Yamina destinadas a apuntalar la tambaleante coalición.
Kahana renunció al cargo el mes pasado para volver a la Knesset.
En virtud de la llamada Ley noruega, Kahana debía renunciar a su cargo ministerial para volver a ser MK.
Su regreso a la Knesset supuso la expulsión de Yomtob Kalfon, de Yamina, que se convirtió en MK el año pasado, cuando Kahana dimitió para centrarse únicamente en su cargo ministerial.
Al parecer, Bennett puso en marcha la medida al enterarse de que Kalfon planeaba desertar y votar en contra de la coalición para provocar su colapso.