La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que Israel está listo para colaborar con aliados internacionales con el fin de asegurar que la asistencia humanitaria continúe llegando a los civiles de Gaza. Esto se plantea en los 90 días previos a la entrada en vigor de la ley aprobada por la Knéset este lunes, la cual prohibirá que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) opere en Israel.
Diversos sectores de la comunidad internacional han manifestado su preocupación frente a esta nueva legislación, ya que fue aprobada sin que se detallara un plan alternativo para que otra agencia humanitaria reemplace las funciones de la UNRWA.
Actualmente, la UNRWA provee servicios vitales como atención médica, educación y otros apoyos esenciales a cientos de miles de palestinos que viven en Jerusalén Oriental. Estos ciudadanos, una vez entre en vigor la ley, deberán buscar otras fuentes para acceder a estos servicios.
La legislación también prohíbe que las autoridades israelíes mantengan contacto con funcionarios de la UNRWA, lo que podría dificultar aún más los esfuerzos por encontrar una solución a la guerra en Gaza. En dicha zona, Israel ha sido acusado repetidamente de atacar a personal humanitario.
Los defensores de la UNRWA aseguran que la prohibición de comunicación con la agencia, sumada a la negativa de otorgar visas a sus funcionarios, reducirá drásticamente su capacidad de operar en Gaza.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, expresó que la ley de la Knéset podría afectar la capacidad de Israel para cumplir con las normativas estadounidenses, que impiden la transferencia de asistencia de seguridad a países que bloquean la distribución de ayuda humanitaria.
En un intento por responder a las críticas, la oficina de Netanyahu emitió un tuit en inglés, afirmando que “los trabajadores de la UNRWA que participan en actividades terroristas contra Israel deben ser responsabilizados”. Además, la publicación subrayó la importancia de evitar una crisis humanitaria y aseguró que la asistencia humanitaria seguirá disponible en Gaza tanto ahora como en el futuro.
Asimismo, la oficina del primer ministro destacó que, durante los 90 días previos a la entrada en vigor de la ley, y posteriormente, Israel continuará trabajando con sus aliados internacionales para garantizar la entrega de ayuda humanitaria a los civiles en Gaza, siempre y cuando no se comprometa la seguridad del país.