La ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton, pidió el miércoles al gobierno que anule sus directrices de cuarentena para los escolares por las que se ha confinado a miles de niños -y a sus padres- en sus casas.
Pidió a los legisladores que permitan a todos los alumnos -vacunados y no vacunados– someterse a una prueba de antígenos si entran en contacto con un portador confirmado del coronavirus y, en caso de dar negativo, volver a los estudios inmediatamente.
Actualmente, sólo los alumnos vacunados tienen esa opción, mientras que los niños no vacunados deben autoaislarse durante siete días si se exponen a un portador del COVID.
Según los datos, sólo una cuarta parte de los 1,3 millones de niños israelíes de entre 5 y 11 años -que cumplen los requisitos para recibir la vacuna contra el coronavirus- lo han hecho, y sólo el 12% se ha puesto las dos vacunas.
El primer ministro, Naftali Bennett, también dijo que había que cambiar las directrices. Se espera que se reúna con altos funcionarios de salud y educación en los próximos días para discutir el asunto.
Un posible esquema contempla que los alumnos se sometan a pruebas diarias, lo que les permitiría continuar los estudios desde la escuela a tiempo completo. Así, sólo los alumnos que resulten infectados por el COVID deberán autoaislarse.
Varios diputados han expresado su apoyo a la revisión de las actuales directrices de cuarentena, entre ellos el ministro de Defensa, Benny Gantz, que habló en apoyo de la medida en una visita al Centro Médico Meir en Kfar Saba a principios de semana.