El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, instó el domingo al Consejo de Seguridad a que condene las acciones hostiles de Hezbolá y apliquen la Resolución 1701 del organismo.
El ataque de Hezbolá, que tuvo lugar el domingo por la mañana, “evidencia de manera clara las constantes amenazas que los israelíes han enfrentado durante los últimos 11 meses”, señaló Danon.
Danon detalló que “esta mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) detectaron que Hezbolá estaba preparando un ataque de gran envergadura contra Israel, el cual incluía el lanzamiento de cientos de misiles, cohetes y drones”. En respuesta, las FDI llevaron a cabo ataques selectivos que desbarataron y eliminaron la amenaza, apuntando a sitios terroristas situados en el sur del Líbano, desde donde Hezbolá había estado ejecutando estos ataques dirigidos tanto a civiles israelíes como a otras instalaciones estratégicas. Según Danon, las FDI destruyeron varios lanzacohetes que estaban preparados para atacar puntos estratégicos y zonas pobladas del norte y centro de Israel justo antes de ser lanzados.
El embajador también mencionó que “Hezbolá lanzó esta mañana cientos de cohetes y drones desde el sur del Líbano hacia Israel”. Este nuevo ataque se suma a los más de 7.500 cohetes y misiles, junto con más de 200 drones explosivos, que han sido disparados desde el 8 de octubre por la misma organización contra ciudadanos y comunidades israelíes. Hezbolá, según Danon, tomó la decisión de unirse a Hamás en su ofensiva contra Israel sin que existiera provocación previa por parte de este último, lo cual ha provocado la muerte de civiles y destrucción material significativa. Como resultado de estos ataques continuos, más de 60.000 residentes del norte de Israel han sido obligados a abandonar sus hogares.
Danon responsabilizó tanto al Estado del Líbano como a Hezbolá, que actúa bajo la influencia de Irán, del agravamiento de la situación de seguridad en la frontera norte. Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia del “eje iraní”, cuyo objetivo es desestabilizar a Israel mediante ataques coordinados desde diversos frentes.
El diplomático subrayó al Consejo de Seguridad que el ataque planificado por Hezbolá la mañana del domingo evidencia la existencia de armas ilegales en el sur del Líbano, lo que constituye una clara violación de la Resolución 1701 de las Naciones Unidas (2006). Además, Danon resaltó que la situación es una muestra de las amenazas constantes que Israel ha enfrentado durante casi un año, destacando la necesidad urgente de desmilitarizar la zona al sur del río Litani y desarmar a Hezbolá y otras milicias armadas que operan en esa área.
Finalmente, Danon reiteró que Israel ha actuado para proteger a su población y concluyó solicitando al Consejo de Seguridad que condene con firmeza las agresiones de Hezbolá contra Israel, especialmente en el contexto de la renovación del mandato de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL). Además, instó al Consejo a hacer cumplir la Resolución 1701, que estipula el desarme de Hezbolá en el sur del Líbano. La Resolución 1701, que puso fin a la Segunda Guerra del Líbano en 2006, prohíbe cualquier presencia armada no gubernamental en el sur del país.
La FPNUL, que actúa como una fuerza intermedia entre Líbano e Israel, se despliega cerca de la frontera para implementar la Resolución 1701, aunque sus operaciones se ven a menudo obstaculizadas por los ataques de Hezbolá.