El jueves se celebró una ceremonia de despedida en honor del director saliente del Shin Bet, Nadav Argaman, a la que asistieron el primer ministro Naftali Bennett, el presidente Isaac Herzog y el director entrante, Ronen Bar.
Otros asistentes a la ceremonia fueron miembros del Parlamento y ministros del gobierno, antiguos directores del Shin Bet, familiares de miembros del Shin Bet caídos y otros.
Nadav Argaman pone fin a una carrera de 43 años al servicio de Israel, de los cuales 38 los pasó en el Shin Bet.
“Hoy pones fin a casi cuatro décadas de servicio al pueblo y a la nación de Israel”, dijo Herzog en su discurso. “El pueblo de Israel tiene una gran deuda con usted: por las cosas que conoce y, aún más, por las muchas cosas que no conoce y que quizá nunca conozca”.
“En los últimos cinco años, usted ha dirigido el Shin Bet con profesionalidad y determinación. Con usted al frente, la organización frustró cientos de ataques terroristas y salvó muchas vidas israelíes”.
“Trabajaste para establecer conexiones entre todas las fuerzas de inteligencia, lo que hizo que esas fuerzas fueran más eficientes y mucho más precisas”.

Al final del discurso, Herzog dio su enhorabuena y sus buenos deseos a Bar: “La vasta y variada experiencia que has acumulado hasta este momento te lleva naturalmente a este papel, pero como Nadav puede atestiguar, no hay ningún trabajo en la organización que pueda acercarse a la gran responsabilidad que ahora recae sobre tus hombros. El servicio conlleva muchos retos difíciles y significativos. No tengo ninguna duda de que los manejarás con éxito”.
Al igual que Herzog, Bennett mencionó en su discurso la cooperación y la buena relación de trabajo de Argaman con las demás fuerzas.
“El enfoque coherente con el que dirigiste, y que a mi juicio duplica nuestro poder, fue la profundización de la cooperación entre el Shin Bet, las FDI y el resto de las fuerzas de seguridad”, dijo. “Menos ego, menos juegos territoriales. Cuando se trabaja conjuntamente, cuando se comparte información y se pone el objetivo a la vista, se alcanzan excelentes resultados.”
Bennett añadió que otro elemento que caracterizaba el liderazgo de Argaman era la iniciativa. A continuación, relató la anécdota de su primer día como Ministro de Defensa.
“Una de las primeras actualizaciones que recibí fue la suya, cuando vino a hablarme del asesinato de Bahaa Abu al-Ata, que llegó a conocerse como Operación Cinturón Negro. Fue una operación audaz que en el fondo tenía la idea de que no se puede atacar a Israel a largo plazo y seguir siendo invencible”, dijo.
“Ese es exactamente el espíritu que necesitamos. Ese espíritu audaz que toma la iniciativa. Señalar los problemas no es suficiente. La sabiduría es llegar al gabinete con soluciones y planes de acción”.
Resumiendo su servicio, Argaman dijo que todo el mundo quiere dejar una huella.
“Mi esperanza es que el servicio que dejo siga siendo una organización moral con una visión clara y sencilla, una organización que aprende y mejora y sabe aprender de los éxitos y los fracasos y no repite los errores. Una organización que haga honor a la total precisión y control sobre los pequeños detalles, así como a la capacidad de llegar lejos: pensar, volar y soñar.”
“Me esforcé por hacer de ésta una organización solidaria que cuida a su gente y les da un sentido de hogar, familia y confianza. Una organización que exige a su gente dedicación y compromiso al más alto nivel, pero que también les da un sentido de valía añadido que es diferente de cualquier otro lugar de trabajo”, añadió Argaman.
“Ustedes, mis compañeros y queridos amigos, y esta organización tan especial, segurán siendo siempre una gran familia. Siento una gran satisfacción y un verdadero orgullo por haber tenido el honor de formar parte de la familia del Shin Bet, de diseñar y dirigir una organización tan especial y de estar a cargo de los defensores de esta nación”.
“Nadav es un hombre de operaciones hasta la médula”, dijo Bar, que ocupará el lugar de Argaman. “Como comandante de unidad y jefe de departamento, nos inculcó la importancia de ir al detalle, de esforzarse por el contacto, de tener en cuenta todas las eventualidades y reacciones y de estar preparados para cualquier obstáculo, todo ello a su manera especial y amable”.
“Más que eso, Nadav destacó en lo que respecta al ‘¿por qué?’. En una realidad siempre cambiante, y especialmente en las organizaciones basadas en el legado con una tradición operativa, el ‘por qué’ es lo que marca la diferencia”.