El gobierno aprueba la creación de un comité para examinar la supresión de las prestaciones estatales, como las pensiones y otras subvenciones, a las familias de los ciudadanos que cometieron actos de terror.
Se convocará un panel formado por los directores de la Oficina del primer ministro, el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Bienestar Social y otros funcionarios para formular una recomendación en un plazo de 60 días a partir de su creación.
“Estamos decididos… a cambiar la ecuación para que no merezca la pena participar en atentados terroristas contra ciudadanos israelíes”, dice el primer ministro Naftali Bennett. “Proporcionar beneficios del Estado a las familias de los terroristas es totalmente absurdo y es hora de reparar la injusticia”.
“El Estado de Israel hará responsable a todo aquel que tenga una conexión directa o indirecta con los ataques terroristas”, añade.
En el pasado se ha presentado una legislación de este tipo, pero no ha conseguido ser aprobada por la Knesset. También es probable que se enfrente a un desafío en el Tribunal Supremo.