La Knesset comenzó el martes a debatir el proyecto de presupuesto estatal para 2021-22, el primero en más de tres años, que fue presentado por el gobierno de coalición del primer ministro Naftali Bennett.
Las deliberaciones durarán 33 horas e incluirán 600 objeciones de la oposición, y se someterán a una votación final a última hora del jueves.
Si no se aprueba el proyecto de ley, se producirá la disolución automática del gobierno.
La sesión parlamentaria comenzó con la presentación de la redacción final del proyecto de ley por parte del presidente de la comisión parlamentaria de finanzas, después de que se aprobara su lectura preliminar en octubre.
El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, dijo que el presupuesto estatal para 2021-2022 se preparó 142 días después de la creación del gobierno. “La última vez que la Knesset votó un proyecto de presupuesto fue en marzo de 2018”, dijo.
El ex primer ministro Benjamín Netanyahu se negó a aprobar un presupuesto -supuestamente por consideraciones políticas- en un intento de dar marcha atrás en su compromiso con el líder de Kajol-Lavan Benny Gantz, que lo vería asumir el cargo de primer ministro en un acuerdo de reparto de poder.
Debido a la estrecha mayoría de la coalición, los miembros de la oposición han intentado identificar a posibles tránsfugas entre los miembros de la bancada de atrás con la esperanza de que el proyecto de ley fracase, y los esfuerzos se han concentrado en los miembros del partido Yamina de Bennett y en los miembros del partido islamista Ra’am.
Los miembros de la oposición han dicho que cualquier desertor de Yamina sería recibido con los brazos abiertos en los pliegues de la oposición de derechas de Netanyahu después de que contribuyan a la caída del gobierno, en alusión a un lugar seguro en la lista del partido Likud en los dos próximos ciclos electorales.
La coalición también intentaba trasladar al menos un voto a su columna para asegurar la aprobación del proyecto de ley con una mayoría decisiva.
Entre otros, los miembros de la alianza de la Lista Conjunta, predominantemente árabe, se han puesto en contacto con el ministro de Vivienda, Ze’ev Elkin, encargado de la coordinación entre el gobierno y la Knesset.
Elkin espera conseguir un acuerdo de los diputados para que apoyen el proyecto de ley del gobierno o, como mínimo, abandonen el pleno durante la votación, privando así a la oposición de votos.
El líder de la Lista Conjunta, Ayman Odeh, dijo públicamente que todos sus miembros votarán en contra del proyecto de presupuesto porque “discrimina a los árabes”.
Tanto la coalición como la oposición dieron instrucciones a sus miembros para que asistieran a la votación y exigieron su presencia en el pleno y sus alrededores durante las deliberaciones, a fin de estar disponibles para emitir sus votos a corto plazo.